Echaron a ecologista de Viedma de la peatonal de Las Grutas. Lucha ante el cambio climático

 

Con fuertes cuestionamientos hacia las autoridades del municipio de San Antonio Oeste, abandonó Las Grutas el ecologista viedmense Javier Bustelo de la Riva, que planea atravesar el continente americano en un Citroën para entregar en las Naciones Unidas un proyecto para alertar sobre el cambio climático que permita salvar al mundo de una posible hecatombe.

La propuesta fue declarada de interés social, cultural, ambiental y educativo, y también fue reconocida por el Concejo Deliberante de la capital provincial.

El ambientalista se instaló la última semana de enero en la villa turística y estacionó un Citroën 3CV pintado como una cebra en la peatonal. En el lugar también puso una mesa para vender libros de su autoría, cuya recaudación destinará a solventar el viaje que hará en el vehículo, y presentar en las oficinas del organismo mundial, en Nueva York, una propuesta para crear un “Eco Gobierno Global”.

Sin embargo, según narró, una tarde lo visitaron inspectores municipales, quienes le ordenaron que se retirara porque no estaba autorizado.

“Me pidieron que saliera de la peatonal y como les dije que no me iría, me mandaron 15 policías a rodear el auto y a pedirme que me fuese o ellos me llevaban por la fuerza”, relató De la Riva en un escrito que envió a La Mañana de Cipolletti.

El asunto derivó en un escándalo, con decenas de personas como testigos. “Agarré dos cajas de libros, se las vacié en el piso, hice un discurso con la gente que se había reunido y les dije: “Si quieren, pueden llevarme”, agregó.

No lo detuvieron y logró pactar una reunión al día siguiente con el delegado municipal, Guillermo Masch. El encuentro se concretó, pero tampoco hubo acuerdo.

Horas después hizo un nuevo intento y volvió a ubicarse en el mismo lugar, en la Segunda Bajada. Pero de nuevo fue abordado por policías y le reiteraron que se tenía que ir o le secuestrarían el auto. Ese sí fue el último incidente, por lo que optó por retirarse antes de que todo pasara a mayores.

De la Riva resaltó que dos semanas antes de llegar al balneario habló por teléfono con la secretaria de Turismo, Nadina Gutiérrez, y le explicó su intención. “Inicialmente se mostró interesada por mi obra”, recordó. Pero después no pudo volver a contactarla.

“Mi labor no es comercial, sino de solidaridad con los hijos de todos ellos, para ver si logramos un planeta más saludable”, subrayó y lamentó que la experiencia resultó como “sembrar en el desierto; las mentes pequeñas no entienden de grandes proyectos”.

Ahora se encuentra nuevamente en Viedma y sigue ofreciendo sus obras para costear el largo viaje, de casi 30.000 kilómetros, que le demandará ocho meses.

 

 

 

About Raúl Díaz

Check Also

YPF donó notebook, TV LED, camas y otros elementos a chicos de Sierra Grande

  La donación forma parte del programa de inversión social de YPF, que busca contribuir …