A esta arraigada y difundida expresión cultural – tradicional de nuestro país y gran parte de América, como suele suceder, se le otorgan distintos orígenes que en líneas generales tienen puntos coincidentes.
Estudiosos del tema como Angel Pizzorno sostiene por ejemplo que cuando los españoles desembarcan en America ya vienen con ciertos valores culturales, entre ellos “La payada”. España dominada en parte por los árabes hablaba una jerga conocida como “Mozarabe” mezcla del latín vulgar y otros dialectos.
Por su parte, el escritor, poeta, costumbrista e historiador de Puán, Carlos Adolfo Castelo Luro sostiene que cuando los Reyes de España o representantes de la familia real, visitaban zonas del territorio eran acompañado por unos personajes denominados “Pallares” que anticipadamente anunciaban la visita y que en determinado lugar harían anuncios a los pobladores, en ocasiones con versos preparados o improvisados, modalidad que también llegó a América con la cultura Hispánica.
El célebre autor, compositor e intérprete Don Atahualpa Yupanqui sostenía que el payador fue el “Primer periodista” de la llanura pampeana, ya que iba de pueblo en pueblo cantando o contando en versos improvisados, sucesos que se habían registrado en otros lugares. Más tarde, añade, se encontraban esos trovadores y de contrapunto confrontaban sus ideas o distintas interpretaciones o visión de los hechos, dando origen al contrapunto. Modalidad muy difundida en la actualidad, respondiendo de tal manera a las exigencias del espectáculo.
De acuerdo al gusto de los payadores, conocimientos, preferencias o formas que se mantiene en la actualidad, las expresiones pueden brindarse en decimas, cuartetas, octavillas o sextinas, al ritmo de cifra, estilo, milonga, cielito, vals o el que mejor domine el Payador o mas se adecue a su canto.
Tratando un tema tan ligado al hombre rural y el soldado de la Independencia, no podemos dejar de mencionar al oriental Don Bartolomé Hidalgo, considerado el iniciador de la poesía gauchesca y la trascendencia que adquirieron sus famosos cielitos en ambas orillas del Rio de la Plata, ya que además de componer con las palabras, expresiones y pensamientos del gauchaje, sus letras se convirtieron en su momento en una bandera y proclama libertaria.
Además de su creatividad poética reflejada en sus obras, no dudó en sumarse a la lucha del caudillo uruguayo José Gervasio Artigas y junto a éste participó entre otras acciones del famoso Sitio de Montevideo.
La obra de Hidalgo alcanzó dimensión porque en sus letras reflejaba hechos o acontecimientos de la realidad como el fusilamiento de Dorrego
“Cielito, cielo nublado,
Por la muerte de Dorrego,
Enluténse las provincias
Lloren cantando este cielo”
Estos acontecimientos de nuestra historia, eran reflejados en el canto del “Payador” y hechos como esta tragedia, al no haber otros medios de difusión, se iban conociendo de esta manera, por lo que llevó a Yupanqui a afirmar que fueron los primeros periodistas de nuestra tierra.
Se sabe, que tal como lo hicieron con hechos resonantes de nuestra historia, los payadores acompañaron en su momento también a políticos de distintas ideologías y participaban de actos o mitines, como así también que existen registros de payadas memorables, no solo por la duración del encuentro o enfrentamiento, sino por el contenido y fundamento de lo expresado, tema al que nos referiremos en próximas entregas.
Ya que en esta primera nota sobre el tema y a modo de presentar la importancia y trascendencia de los payadores en la tradición y la cultura de América, pondremos el acento en una particularidad que creo merece ser destacada.
Como ya lo señalamos, “la décima” es una de las métricas de las más utilizadas en la “Payada” razón por la cual se le preguntó en una oportunidad al payador uruguayo Gabino Sosa, que era y como se formaba o armaba “una décima”? y que componga una como ejemplo.
La respuesta de este payador sobre la décima se difundió oportunamente en el programa “Por lo Nuestro”, que interpreto se difunde en el vecino país y según la información obtenida es conducido por José Luis Vizconde. Esta décima tiene la particularidad que se puede leer en ambas direcciones o sea de arriba hacia abajo y viceversa y en ambas direcciones expresa lo mismo, se las dejo para que ustedes mismos lo comprueben:
“Al derecho y al revés
puede decirse lo mismo,
es igual su mecanismo
de la cabeza a los pies.
Aunque los versos son diez
si hacemos un buen trabajo
sin el más mínimo atajo,
siempre a lo mismo se llega
el mismo concepto juega
para arriba y para abajo.”
Y si ahora leemos al revés, queda de tal forma y expresa la misma idea.
Para arriba y para abajo
El mismo concepto juega
Siempre a lo mismo se llega
Sin el más mínimo atajo
Si hacemos un buen trabajo
Aunque los versos son diez
De la cabeza a los pies
Es igual su mecanismo
Puede decirse lo mismo
Al derecho que al revés
En nuestro próximo contacto aportaremos otras particularidades vinculadas a las payadas y los payadores y también a algunas memorables confrontaciones.
Texto: Eduardo Reyes, escritor y periodista de Viedma
Las Grutas – Río Negro