Estancia La Aurora, al Norte del partido de Villarino, cerca de Patagones y Viedma

Hermosas fotografías aportadas por María Sanguinetti, nieta del arquitecto que diseñó las viviendas de La Aurora y descendiente de Don Bernardo Graciarena.

La vista muestra El Castillo o casco de la Estancia Graciarena, para ubicarlo en el contexto de Complejo Salina/ Estancia, aclaro lo siguiente: Salina La Aurora comparte la parte oriental de una laguna o mina de sal, la occidental corresponde al establecimiento” Las Barrancas”, hasta ella, que era una distancia de cinco kilómetros se extendía el campo sucio de la Estancia, lo dejaban así para que el viento no llevara tierra a la laguna.

Por el otro lado, el oriental, la laguna presentaba a partir del camino que se utilizaba para adentrarse en ella y hasta su extremo un área cenagosa, es por esta razón que nace ” El Corralón”, ya que pensaron utilizar la salmuera del lado cenagoso para hacer sal tipo Cádiz, pero esto resultó ser muy dificultoso y terminó siendo un complejo de viviendas y un área de esparcimiento.

Desde el complejo principal y por un camino de tierra, a 3 o 4 kilómetros costeando la laguna se llegaba al Castillo, había que pasar un guardaganados y antes de eso, se juntaba agua al costado del camino de tierra y allí fui un par de veces a juntar “berro”; en una de las oportunidades lo hice con mi tía Nélida, que era la que sabía del dato y, por supuesto, íbamos varios familiares.

El casco estaba al lado del camino a Chapalco, era grande habiendo muchos animales, patos, gansos, inclusive llamas, allí creció Jorge Hitce, hijo de una hermana de Bernardo e Hitce; decían que el cuarto de juegos se mantenía intacto como en su niñez, Don Jorge o ” el Doctor” era el gerente de la Aurora en mi tiempo y fue importante para mí pues me facilitó que todos los días me llevarán a Levalle para poder hacer primer año en Médanos.

Algunas veces, la madre de Jorge, creo que su nombre era Graciana, iba al establecimiento en un transporte importante; le gustaba rodearse de chicos, en mi caso luego de vencer la timidez lo hice, ella nos daba caramelos.

En el castillo vivía mucha gente, necesitando personal por lo que algunas mujeres de la Salina fueron a trabajar allí, me reservo nombrarlas.

La relación de estancia, establecimiento salinero era pacífica, por ejemplo para el primero de mayo “la patronal”, como le decían, regalaba 15 corderos que se hacían detrás de la Administración y galpón, eso era para quien se acercara, mi familia y yo íbamos todos los años.

Allí en el Castillo también vivía Benicio Tevés, más conocido como Venero que era el capataz de la Estancia.

Finalmente, y para no extenderme, agradezco a María por el aporte de la fotografía y a los que estén leyendo esto, amigos salineros Feliz Año Nuevo.

Texto: Oscar Castillo, en el muro de Salinas La Aurora

Difundido por Noelia Sensini en Amigos de la Casona de San Adolfo el 29 de diciembre de 2022 (en Facebook)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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