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El 15 de este mes fue aniversario de la muerte del enfermero santo de la Patagonia don Artérmides Zatti, al conmemorarse 67 años de su fallecimiento.
Don Artémides Joaquín Desiderio María Zatti fue un religioso ítalo-argentino proclamado beato por la Iglesia Católica, siendo su primer impulsor el obispo emérito de Viedma Miguel Esteban Hesayne, en el año 1977. El 14 de abril del año 2002 fue beatificado por el Papa Juan Pablo II, en la Plaza San Pedro de la ciudad del Vaticano.
Artémides Zatti fue hijo de Luis Zatti y Albina Vecchi. Eran siete hermanos, campesinos pobres, que vinieron a la Argentina para escapar del drama del hambre de Italia, llegando al puerto de Buenos Aires el 9 de febrero de 1897, trasladándose posteriormente a la ciudad de Bahía Blanca.
En su juventud, Artémides Zatti trabajó en una fábrica de baldosas y después asistió a la Parroquia Nuestra Señora de la Merced en Bahía Blanca, atendida por salesianos. El contacto con esa congregación hizo madurar al joven inmigrante surgiendo su vocación religiosa y el deseo del sacerdocio. Ingresó, poco tiempo como aspirante desde la localidad de Bernal para formarse como sacerdote salesiano el 19 de abril del año 1900.
Un año más tarde se enfermó de tuberculosis y viajó a la ciudad de Viedma para curarse, donde conoció al Padre Evasio Garrone y, por medio de éste, Zatti hizo una promesa a la Virgen María, que si se curaba de su enfermedad, se consagraría al cuidado de los enfermos en el Hospital San José de Viedma.
Repuesto de su mal, comenzó un largo peregrinar como enfermero de los pobres y, a medida que transcurría el tiempo, su fama de santidad creció y con ello el servicio a los más humildes y necesitados. Logró publicar un semanario católico llamado “Flores del Campo” con el lema de su vida:”Creí, prometí y sané”.
Se destacó en su trayectoria como enfermero del beato Ceferino Namuncurá, en el año 1902, quien lo tuvo a su cuidado y abrigo.
En el año 1911, Artémides Zatti profesó como salesiano coadjuntor del Hospital San José y en 1913 como director administrador y enfermero, a pesar de tener todos estos cargos nunca dejó de movilizarse en bicicleta para visitar a los enfermos y más necesitados sin importar la hora, distancia, viento o frío, también como enfermero del Colegio San Francisco de Sales, el Colegio de las Hermanas de María Auxiliadora, del Cículo de Católicos Obreros y de la Cárcel, fue un ángel protector de los desamparados de su hospital.
Recibió la ciudadanía argentina en la ciudad de La Plata y le entregaron el título en la Universidad de esa ciudad como idóneo en Farmacia. Trabajó durante 48 años, en el Hospital San José de Viedma, hasta el año 1950 debido a un accidente que sufrió, al caerse de una escalera, lo cual debilitó su salud, que se fue deteriorando y al cabo de unos meses falleció, el 15 de marzo de 1951 a la edad de 70 años.
Sus exequias conmovieron hondamente al pueblo de Viedma-Patagones y su entierro constituyó un plebiscito de reconocimiento, afecto y admiración al humilde salesiano que había sido “el pariente de los pobres”, el “enfermero santo de la Patagonia”.
A partir de entonces varios feligreses se encomiendan a él y muchos cuentan haber obtenido su gracia. Al año siguiente de su muerte el Padre Raúl Entraigas publicó la biografía del enfermero salesiano llamada: ”El pariente de todos los pobres”, en febrero de 1954 ( segunda edición en el año 1961).
Otro de los acontecimientos a destacar, además de escritos, memorias y santuarios, es lo que manifiesta Ley Provincial Nº 1123 del año 1975, que ”sustituye la denominación del Hospital Vecinal Francisco de Biedma por el de Hospital Vecinal Don Artémides Zatti…”
Fundamentaciones expuestas por el legislador Rodolfo Cufré (Viedma) en el proyecto que propone declarar de
interés social, cultural y educativo las jornadas recordatorias por el 67º aniversario del fallecimiento del sacerdote-enfermero santo don ArtémidesZatti, de la ciudad de Viedma.
