Arriba de la meseta
Se escucha su vozarrón
Cuando corre desbocado
Gritando en el cañadón.
Lo saben los escoriales
Y hasta lo sufre el coirón
En los cerros se divierte
El vientito patagón.
Hasta levanta las piedras
Cuando sopla con rigor
Y dobla las arboledas
Que saludan al señor.
Y si la noche es muy larga
La acompaña su pregón.
Por amigo y compañero
El vientito patagón.
No se cansa de viajar
Lo dice su condición
Y si cambia de querencia
Todo es olvido y adiós.
Sabe de los ovejeros
Y de las penas del peón.
Y se lleva las tristezas
El vientito patagón.
Amigo como ninguno
Es a veces juguetón
Y si busca compañía
El anuncia un chaparrón.
Se cuela por los corrales
Y quiere entrar al galpón
Para irse por la picada
El vientito patagón.
Muchas veces su soplido
Tiene acordes de canción
Y en el agua de los lagos
Se moja con discreción.
En el trato cotidiano
Es de buena condición.
Es libre sin ataduras
El vientito patagón.
Jorge Castañeda
Valcheta