Ameguínia, del imperio del viento a la Patagonia industrial

 

Días atrás llegaron  a mis manos los tres tomos que comprenden la valiosísima obra literaria del doctor Pedro Hurtado, editada en 1980 por la Editorial “Artes Gráficas Lassalle, de la ciudad  de Buenos Aires

Una serie de circunstancias, coincidencias y emociones me produjeron la necesidad de escribir esta historia que tiene relación con la obra en sí, como me enteré de su existencia y las gestiones que fueron necesarias para obtenerla. De la edición de esta verdadera “joya” tuve conocimiento por el excelente escritor y amigo Jorge Castañeda, de Valcheta, que es depositario de la misma por decisión del cineasta Salvador  Cambarieri, quien se la transfirió tras haberla  heredado de su padre.

Cuando me enteré de la misma a través del comentario del amigo Castañeda, me sorprendió la mención del autor, el Dr. Pedro Hurtado, ya que éste era vecino en mi pueblo, Coronel Dorrego, a quien conocí como destacado facultativo y aunque supe también de su interés por la aparición y evolución del hombre, las etnias que habitaron la tierra en las distintas épocas y regiones, en especial en nuestro país y la Patagonia, ignoraba que había concretado y editado una tarea tan importante.

En primera instancia, atribuí mi falta de conocimiento respecto de la aparición de la más que trascendente obra, porque para 1980 hacía casi diez años que por razones laborales ya no residía en Coronel Dorrego.

De todos modos, al tomar conocimiento de la existencia del trabajo del Dr. Hurtado me aboqué de inmediato a conseguir los tres tomos que comprenden el importante aporte a nuestra cultura y la ciencia. Para ello inicié los contactos con amigos dorreguenses, bibliotecas, funcionarios de organismos de Cultura y Museos, para lo que fue necesario también la colaboración de ms amigos, entre ellos Margó Poggio con quien me une una amistad de años.

Merced a sus gestiones, como también la buena disposición de la directora del Museo Carlos Funes Deriul de Coronel Dorrego, Laura Tórtora, están en mis manos los tres tomos del valioso material elaborado por el Dr. Hurtado que ya comencé a disfrutar.

Al iniciar la lectura me encuentro que el autor, pregunta sobre el origen del hombre, si se trata de una irrupción o evolución o fixismo o mutacionismo? Y plantea  las dos doctrinas irreconciliables: Una, la creación divina, con desarrollo físico y mental completos desde el principio. La otra: evolución natural y selección a partir de una especie inferior.

Menciona además dos sistemas filosóficos distintos: Uno, espiritual y teológico, el otro, materialista y ateo. Ambos irreductibles, dogmáticos y sectarios. Muchas veces imbuidos de un fanatismo enfermizo.

Al referirse concretamente sobre “El origen del hombre” sostiene que este hace su aparición en el cosmos, ya sea en forma brusca o a raíz de transformaciones graduales de otras especies, que ha suscitado siempre polémicas borrascosas.  Y es que por el impenetrable misterio que rodea su irrupción en la escena cósmica, no ha logrado develarse todavía y seguramente no se logrará jamás.

Puntualiza también el autor que nada más alejado en nuestro ánimo al escribir este libro, que reanudar el debate, que consideramos anacrónico y extemporáneo.  Planteamos el problema con generalizaciones y a nivel popular solamente, sin pensar en los sabios.

Nuestra teoría prosigue también, afirma, es que la cuna de la humanidad debe bucearse en el plioceno terciario, en la Formación Pampeana o Prepampeana de la “Llanura pampeano patagónica”, donde aparecen en diversas épocas y niveles, fósiles de magníficos tipos humanos sin los evidentes signos de represión que caracterizan a los exhumados en otras regiones del planeta.

Añade el Dr. Hurtado que en el dilatado territorio patagónico se asientan cinco pujantes capitales: Neuquén, Viedma, Rawson, Río Gallegos y Ushuaia, que albergan aún los vestigios de la raza tehuelche, que por no haberse logrado integrarse, se extingue  lentamente y también en la precordillera del Neuquén, los últimos  mapuches, invasores de la Pampa; pobladores de reciente llegada al continente, que no deben ser considerados aborígenes en el sentido estricto.

A continuación hace una precisa descripción de las características de ambas razas, tehuelches y mapuches de las que efectúa una prolija y precisa conformación.

Me he permitido relatar brevemente, como tuve conocimiento de esta ejemplar obra, las gestiones y caminos seguidos para poder reunirme con ella y adelantar algo de su contenido, fundamentalmente por el respeto, valoración y admiración por el autor, Dr. Pedro Hurtado como el artista plástico y amigo, desaparecido ya, Raúl Franceschini, quien es autor de algunas de las ilustraciones que también contiene la obra.

Me comprometo a interiorizarme del contenido del material, con el propósito de elaborar trabajos que puedan resultar de interés para lector a efectos de conocer más sobre el origen del hombre, en especial del habitante de nuestra Patagonia.

 

Texto: Eduardo Reyes, escritor y periodista de Viedma

Las Grutas  –  Río Negro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

About Raúl Díaz

Check Also

Casinos del Río busca incorporar técnicos electrónicos

  La empresa Casinos del Río está en una nueva búsqueda laboral. En esta oportunidad es para incorporar …