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Releyendo una antología de cuentos argentinos, encuentro que en la introducción se hace referencia a que en muchos de estos cuentos que se ubican en distintos puntos del país, aparecen fantasmas en sus distintas versiones. Generalmente, están referidos o inclinados a situaciones o personajes de los distintos lugares, ya que responden a las creencias, leyendas o cultura de la región.
Destaca que los aparecidos, en sus distintas formas o expresiones, son almas en pena, fantasmas y otros seres que aparecen o pululan entre nosotros o corresponden a la enorme legión de extraños aparecidos, por lo y que nos preguntamos que son.
Básicamente, según el escrito, son distintos muertos que por distintos motivos se niegan a aceptar que están muertos, posiblemente porque no saben o comprenden porque murieron, o porque aún no han terminado de morir definitivamente o tienen motivos para no descansar en paz.
Por lo general, y esto ya lo apuntamos cuando en alguna otra entrega sobre este tema hicimos referencia, puede atribuirse a que en sus vidas quedaron asuntos sin finalizar.
En este aspecto se mencionan infinidad de motivos, como amores, venganzas, avisos o mensajes destinado a sus descendientes sobre cuestiones diversas, principalmente acciones o asuntos de importancia. Estas apariciones pueden incidir en el comportamiento de los todavía en vida y agregan situaciones complicadas ya que atraviesan la frontera o el límite que debería poner la muerte.
Según testimonios de quienes han observado a un fantasma de su entorno familiar, aseguran que su apariencia era similar a la que tenía antes de morir, mientras algunos sostienen que pueden verse deslucidos por el lógico proceso del paso del tiempo
Los que ubican estas apariciones entre los “espantos” o “aparecidos” destacan que este tipo de “fantasmas” pueden no dejarse ver como hombres o mujeres, ya que su presencia puede aparecer con otras formas no humanas.
En este caso, consideran que es factible también que las apariciones se produzcan en un animal, un monstruo, en diversas manifestaciones climáticas, como viento, fuego u otras.
Entre los autores de este trabajo figura la investigadora Berta Vidal de Battini, quien recorrió el país en búsqueda de cuentos donde el lector podrá descubrir los fantasmas de las distintas regiones.
La autora comenta que el respeto por el texto es lo que posibilita que el relato se mantenga sin tergiversaciones porque es lo que permite que siga teniendo vigencia y obviamente refleje las creencias de los narradores.
Cabe agregar que los relatos de fantasmas circulan por todo el mundo, cada uno con la particularidad o la cultura del lugar, que son por otra parte los que los han creado, y plantean una cuestión importante para la gente como es, que hay después de la muerte.
En otro orden, se afirma que en la cultura occidental los fantasmas han existido siempre, y en la antigua Grecia y el Imperio Romano, aparecen los primeros relatos sobre fantasmas a los que les dedicaban fiestas y conmemoraciones.
La literatura se encargó también de sumar a sus obras este tema, y aparecen entonces en numerosas historias de fantasmas que se desarrollan en los ámbitos o escenarios que se repiten prácticamente en todo el mundo.
Entre ellos siempre se los ubican en casas abandonadas, túneles, monasterios o castillos en ruinas, subterráneos, cementerios, hospitales, cuevas y zonas boscosas.
Texto: Eduardo Reyes, escritor y periodista de Viedma
Las Grutas – Río Negro
