¿Quién no quiere saber si hay vida después de la muerte? Nadie ha vuelto para contar

 

Seguramente es esta la pregunta  que más frecuentemente todos nos hacemos, pero hasta ahora no hemos encontrar la respuesta. Se afirma al respecto que esta situación es uno de los elementos que nos distinguen de los animales, ya que sabemos que en algún momento  la vida se termina.

No obstante, existen numerosos estudios y teorías respecto a que la vida continúa después de la muerte, claro que también están aquellos que sostienen que es imposible que ello ocurra. Quien adhiere a este pensamiento es Sean Carroll, profesor del Instituto de Tecnología de California, al afirmar que es imposible la existencia después de la muerte.

En uno de sus más sólidos argumentos para sostener su teoría, opina que para que algo  perdure después de la muerte, la conciencia tendría que estar completamente separada del cuerpo físico.

Agrega que cuando los médicos declaran la muerte de alguien es porque dejo de respirar, no hay latidos en el corazón y no se observan ondas cerebrales durante algunos segundos.  Añade que una vez que el órgano falla, la sangre no llega al cerebro, por lo que los monitores no detectan actividad alguna.

No obstante, están quienes afirmándose en creencias religiosas, se inclinan por separar el cuerpo del alma y consideran que muere el cuerpo pero no su alma, con lo que dan credibilidad o posibilidad que está resistiéndose a partir en forma definitiva y puede aparecer entonces  en lo que identificamos como “fantasmas” o “espectros”.

De todos modos, la ciencia  no deja de investigar el paso de la vida a la muerte de las personas, y en forma permanente realiza estudios sobre los momentos finales de la vida y entre las conclusiones aparece la posibilidad que la muerte no es completamente instantánea.  Algunas conclusiones arriesgan a sostener que cuando se acercan a la muerte, las personas suelen estar muy sensibles e imaginan que se produce en un desvanecimiento somnoliento e inconsciente de la vida

En el 2013, científicos de la Universidad de Michigan midieron la actividad cerebral de unas ratas de laboratorio mientras morían y sucedió que las ratas experimentaran un paro cardíaco –sin latidos cardíacos ni respiración-, sus cerebros mostraron un aumento de la actividad global, con niveles de ondas gamma bajas que estaban más sincronizadas en todo el cerebro que en los estados normales de vigilia de las ratas.

Los humanos tenemos cerebros más grandes y complejos que los de las ratas, pero un experimento muy interesante realizado en el Imperial College de Londres en 2018 arrojó algo de luz sobre cómo podría sentirse morir en los seres humanos. Se indicó que los científicos querían investigar las similitudes entre dos fenómenos muy diferentes.

Algunos científicos, por su parte, se preguntan porque en la antigüedad sepultaban a los difuntos con las cosas que utilizaban diariamente, sus pertenencias  y hasta con alimentos, obteniendo como conclusión que se procuraba que no se sintieran extraños en el nuevo mundo.

Esto reflejaba asimismo, según se estimaba, que existía la creencia que había vida después de la muerte, incluso el famoso filósofo Platón presentó la teoría de la inmortalidad del alma, que influyó en forma notable en muchos pensadores posteriores e incluso en las religiones que en su mayoría consideran que hay vida tras la muerte.

Otro elemento a tener en cuenta es lo que ocurría entre los antiguos turcos y egipcios donde los faraones eran enterrados con sus objetos de valor, que además consideraban que el alma existía antes que el cuerpo y lo hará también después.

Lo cierto que la posibilidad de vida después de la muerte ha fascinado a pensadores, artistas, religiosos, filósofos y científicos y no existe cultura que no hable del alma, la vida eterna, la reencarnación, fantasmas o de otras experiencias. No faltan tampoco quienes hablan del alma que abandona el cuerpo, del encuentro con otros seres ya fallecidos y la vuelta al estado corporal para ingresar a otra dimensión incorpórea, asegurando así que hay vida después de la vida.

El psiquiatra Bruce Greyson, investigador de experiencias cercanas a la muerte sostiene que las mentes de alguien que está por morir pueden salir hasta del quirófano y ver y oír lo que pasa en otros lugares. En la misma Biblia se dan a conocer relatos sobre acontecimientos de la vida después de la muerte y destaca como ejemplo cuando Jesús en momentos de transfiguración habla con Moisés y Elías los que ya estaban muertos.

Otras religiones, como la hinduista o budista hablan de la reencarnación como piedra angular de sus creencias y que la vida y la muerte se reiteran cíclicamente en cuerpos diferentes. Los seguidores o adeptos a la masonería pregonan la muerte, no como un final sino como el comienzo y una transición hacia la luz del arquitecto del Universo, por lo tanto la muerte no es el fin de la existencia.

Los seres humanos, entonces, somos los únicos que sabemos que vamos a morir cuando el reloj biológico se acabe, y quizás podremos enterarnos que hay más allá, puede ser que la nada misma, un dormir profundo, el purgatorio o el paraíso eterno prometido.

Por ahora, quedaremos con la duda, ya que nadie de quienes ya han partido han vuelto para contar con que se han encontrado en ese misterio que nos anticipa el fin de nuestra existencia.

 

Texto: Eduardo Reyes, escritor y periodista de Viedma

Las Grutas  –  Río Negro

 

 

 

 

 

 

 

 

About Raúl Díaz

Check Also

Río Negro: Cobro de atención médica a extranjeros. No a “tours turísticos”

  El país está atravesando por una de las peores crisis sociales, económicas y financieras …