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Días atrás nos ocupamos de distintas situaciones vividas en estaciones ferroviarias y en los subtes porteños, donde nos referimos a que numerosos testigos observaron fantasmas o espectros e incluyen en esas apariciones hasta objetos inanimados, en referencia a formaciones o maquinas férreas.
Entre los fenómenos más cercanos, mencionamos lo ocurrido en la Estación O’Connor, cerca de Viedma, con testimonios de los propios operarios que cumplieron servicios en el lugar y que atestiguaron en relación a un cúmulo de hechos o acontecimientos que se registraron sin que haya una explicación racional.
En el mismo artículo nos referimos también a dos estaciones de la línea A del Subte de Buenos Aires involucradas en un misterio sin explicación, estas son las Estaciones Pasco Sur y Alberti Norte, que se construyeron en el 1913 y se cerraron en 1951, sin razones explicitas ni justificaciones sólidas.
Entre las razones se mencionó que ambas estaciones estaban demasiado cerca lo que motivaba que las formaciones se detuvieran en dos oportunidades en muy poco tiempo. Entre los argumentos para el cierre de las estaciones figura además, que una de esas estaciones pasaba demasiado cerca de las bóvedas del Banco de la Nación y otra que fue afectada y abandonada luego del incendio que destruyó la sede del Partido Socialista, conocida como la Casa del Pueblo.
También se mencionó insistentemente como causa de los cierres de esas estaciones, la frecuente observación de dos fantasmas o espectros de empleados ferroviarios que murieron durante un accidente ocurrido en oportunidad de la construcción de las obras del subterráneo. Una de las leyendas sobre el tema asegura por otra parte que quienes viajan en el último servicio en la madrugada, al pasar por una de esas estaciones han observado además a los trabajadores que murieron en un derrumbe, sentados en el andén con sus palas y picos.
Al respecto. los escritores Guillermo Barrantes y Víctor Coviello, en el libro “Buenos Aires es leyenda”, afirman que dos trabajadores, que eran italianos y se llamaban Giuseppe y Leonardo murieron en un derrumbe cuando se construía una de las estaciones, actualmente en desuso, algunas versiones afirman asimismo que durante la construcción de la línea A del subterráneo de Buenos Aires fallecieron otros seis obreros aunque en los datos oficiales no se informa en que sector del recorrido se produjeron sus muertes.
Las versiones se refieren también insistentemente a la presencia o visualización de un grupo de fantasmas que muchos los identificaban o atribuían a los espectros de esos trabajadores que allí murieron, a tal punto que era comentario frecuente que los pasajeros evitaban tomar el último servicio del subte de esa línea para no encontrarse con ellos.
Obviamente que la empresa nunca argumentó que uno de los motivos de cerrar esas estaciones respondía a ese tema, pero se asegura que antes de tomar la decisión hubo mención al fenómeno. Inclusive se habla de algunos debates en relación a otras extrañas señales como el titilar de las luces de los vagones también justo durante el paso del tren cuando circulaba por una de esas estaciones, asegurándose además que en algunas ocasiones la luz se apagaba totalmente por unos pocos segundos.
Al respecto, se afirma en informaciones de aquella época que a pesar de haber efectuado prolijas inspecciones y revisiones del sistema eléctrico no se encontró falla alguna
Ahora el tema se ha reactualizado ante el anuncio de reabrir dichas estaciones y se menciona para la Estación Pasco habilitar un centro de exposición Museológico del subte, que según estiman las autoridades –como se dice ahora– se pondrá en valor la arquitectura de la ciudad.
Se recordó por otra parte que dicha estación fue declarada Monumento Nacional en 1997 y el proyecto de ese momento aún está en su etapa preliminar, ya que se anunciaron en su momento una serie de obras y mejoras que todavía están esperando por su realización.
Es importante asimismo destacar que cuando se estaba discutiendo la obra y el trazado de los subterráneos se produjeron como ahora grandes diferencias y disputas entre la ciudad de Buenos Aires y el Estado Nacional. En ese sentido y según las informaciones de la época señalan que la controversia se inicio por la competencia de dos compañías Inglesas que para peor estas eran las que generaban el conflicto entre los dos poderes.
Tomando como base las mismas fuentes informativas, digamos que en 1909 el Congreso de la Nación otorgó la concesión para el servicio al Ferrocarril Oeste y poco más tarde el Concejo Deliberante porteño mediante una ordenanza autorizó a la Compañía de tranvías Anglo Argentina a iniciar la construcción del túnel.
De más está decir que el conflicto se generaba por un problema económico ya que la empresa Ferroviaria pagaba las regalías a la Nación y la Compañía Anglo que explotaba el servicio de tranvías a la ciudad de Buenos Aires. El acuerdo llegó por el entendimiento empresarial y la Anglo entonces se hizo cargo del subterráneo y ambas construirían la Estación Miserere o Plaza Once.
Las crónicas de la época, año 1950, dan como mas razonable el cierre de esas estaciones por la cercanía existente entre ambas, aunque otras versiones insisten que el extraño fenómeno de la aparición de los fantasmas mencionados era voz populi.
Las informaciones recientes dan cuenta entonces que las cuestionadas Estaciones Pasco Sur y Alberti Norte del subterráneo de la ciudad de Buenos Aires cerradas desde 1952, volverán a habilitarse con una serie de mejoras a realizar y la incorporación de espacios para otras actividades, nada se habla por ahora respecto a la posibilidad que aquellos fantasmas de entonces permanezcan aun por allí y aparezcan en escena, y ya hay quienes se preguntan, si ello ocurre cuales serán las medidas a adoptar.
Texto: Eduardo Reyes, periodista y escritor de Viedma
Las Grutas – 12 febrero 2022
