Curiosidades de Bariloche: El monstruo del lago, un engaño nuclear, Disney y el Bambi…

La ciudad de San Carlos de Bariloche tiene lagos, montañas, bosques y aire puro.  Un combo ideal para descansar y deleitar la vista.

Además, en la ciudad con famosas pistas de esquí en su cerro emblema: “Catedral”, con lagos de aguas frías pero transparentes, con populares chocolaterías y destino casi exclusivo de viajes estudiantiles de fin de curso, también existen historias, mitos y leyendas que hacen de este lugar un sitio muy particular.

El monstruo del lago Nahuel Huapi

La historia del monstruo del lago Nahuel Huapi, cuya ciudad de Bariloche se encuentra a sus orillas, es quizá la más famosa y antigua de la zona, mucho antes de que la ciudad tomara ese nombre.

Así como el lago Ness de Escocia cuenta con la leyenda del monstruo “Nessie”, en el lago Nahuel Huapi de Bariloche está “Nahuelito”. O eso dicen…

Según la historia, en este lago de aguas profundas (con fosas de más de 400 metros), vive una criatura desconocida que algunos creen que es un “plesiosauro”, un animal de la era de los dinosaurios.

“El Nahuelito nace como una leyenda de los pueblos originarios, transmitida de forma oral por los mapuches y tehuelches”, dijo un ex funcionario municipal.

En los años 20 del siglo pasado, la historia de Nahuelito tomó tal magnitud que se organizaron expediciones científicas con especialistas nacionales e internacionales para comprobar la existencia de tal criatura.

“Todos los años en Bariloche alguien garantiza haber visto algún animal extraño en el lago que no corresponde con nuestra fauna”.

¿Bambi nació en Bariloche?

Sobre la ribera del mismo lago Nahuel Huapi, pero en la provincia de Neuquén, se encuentra el Parque Nacional Los Arrayanes, que contiene un bosque con una especie de árboles única en el mundo.

La historia cuenta que el famoso dibujante y creador Walt Disney visitó Bariloche y paseó por este bosque en 1941 y que allí se inspiró para crear la famosa película de dibujos animados Bambi.

La película fue estrenada en 1942.

Precisamente en el bosque se construyó una cabaña de madera que se la bautizó como “casita de Walt Disney”.

Sin embargo, algunos estudios desmitifican esta historia y aseguran que sólo es una leyenda urbana.

“Disney permaneció en Buenos Aires durante tres semanas de trabajo, que sólo interrumpió para un viaje a Montevideo. (…) Luego partió el 25 de septiembre de 1941 hacia Mendoza para hacer una corta visita y seguir en vuelo hacia Chile. Y nunca volvió”, afirmó el escritor y periodista Francisco N. Juárez, al diario La Nación de Argentina.

¿Engaño nuclear a Juan Domingo Perón?

En 1948, el físico austríaco Ronald Richter presentó ante el entonces presidente argentino Juan Domingo Perón su proyecto de desarrollo de la Fusión Nuclear Controlada.

Se trataba de algo que en ese momento no había logrado ningún laboratorio en el mundo y que implicaría contar con una fuente prácticamente inagotable de energía, según señala el sitio web de la municipalidad de Bariloche en una breve historia del Proyecto Isla Huemul, como se lo denominó.

Richter informó que el éxito de su programa requería aislamiento y estrictas medidas de seguridad.

A fines de 1949 y principios de 1950 se inició el montaje de los laboratorios en la isla Huemul, ubicada sobre el lago Nahuel Huapi.

Pero los experimentos de Richter comenzaron a ser cuestionados. La falta de pruebas y los cambios de planes del físico solicitando mayor presupuesto, sembraron dudas sobre su credibilidad.

En 1952 se dio por concluido el Proyecto Isla Huemul en el que, según estimaciones, se gastaron unos 300 millones de dólares.

“El proyecto para demostrar la posibilidad de llegar a buenos resultados con el experimento nuclear nunca llegó a su fin con lo cual la mitad de las opiniones dice que era una farsa y la otra mitad dice que se iba por buen camino”, explicó Tiberi.

Pero agregó que gracias a ese proyecto Bariloche es hoy un polo educativo de tecnología nuclear.

 “Todo lo que la Argentina creció en ciencia y tecnología una parte tiene que ver con aquel alocado, o no, emprendimiento en la isla Huemul”, analizó.

Huella nazi

Según el centro de investigaciones Simon Wiesenthal, miles de nazis desembarcaron en Argentina durante las presidencias de Juan Domingo Perón entre 1946-1952 y 1952-1955.

Wiesenthal era un austríaco de origen judío que dedicó toda su vida a buscar y facilitar la captura de criminales de guerra del nazismo.

Entre los nazis más célebres cuya captura se debe a las investigaciones de Wiesenthal figuran el organizador del Holocausto Adolf Eichmann, que fue secuestrado en Argentina por el Mossad, la agencia de inteligencia israelí, y luego juzgado y ejecutado en Israel en 1961.

También se conoció, tras la revelación de documentos de inteligencia de la época, que el médico del régimen nazi Josef Mengele, que utilizó a los prisioneros del campo de concentración Auschwitz para experimentos, vivió en Buenos Aires.

Y en concreto, Bariloche albergó durante 40 años a otro alto jefe nazi, Erich Priebke, que en 1995 fue arrestado y extraditado a Italia, donde luego murió.

Otros ex miembros del ejército de Adolf Hittler también pasaron y vivieron en la ciudad.

El exagente de inteligencia nazi, Reinhard Kops, vivió en Bariloche con el nombre de Juan Maler y murió en 2001.

Kops trascendió a la historia por haber denunciado a Priebke en un reportaje a la prensa estadounidense.

(Sin) rayos (ni) centellas

Otra de las características particulares de Bariloche es la baja frecuencia de tormentas eléctricas. Por lo tanto, escuchar un trueno en la ciudad es toda una rareza.

“Este es un lugar en el cual las condiciones meteorológicas no tienen la energía necesaria para que se desarrollen tormentas”, explicó Enzo Campetella, meteorólogo de Tiempo Patagónico.

Según comentó Campetella a BBC Mundo, se necesita un “coctél” de elementos para que se produzca una precipitación con carga eléctrica: masa de aire, temperatura, humedad y ciertas condiciones de circulación de altura.

Y Bariloche cuenta con un promedio de este tipo de tormentas de una cada dos años, según el meteorólogo.

“Acá la única vez que se escucharon truenos y se vieron rayos fue con la erupción del volcán Puyehue” en 2011.

Pero a pesar, o no, de las curiosidades, la ciudad recibe a un millón de visitantes al año, tanto en invierno como en verano.

Fuente: BBC News

Fotos: EMPROTUR

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