Policía de Río Negro tiene 53 perros para buscar personas, rastros, drogas y armas

La Policía de Rio Negro, como parte de las tareas para combatir el crimen, adopta, cuida y prepara a perras y perros que, por su habilidad, ayudan a la comunidad.

Los instructores de la fuerza de seguridad rionegrina que adiestran a los perros responden a dos áreas relevantes que son: la Dirección General de Toxicomanía y Leyes Especiales y la Dirección General de Investigaciones Judiciales.

Para llevar adelante las tareas en combatir los delitos, la fuerza de seguridad provincial cuenta con 53 canes en varios lugares que trabajan sobre tres ejes principales: narcóticos, búsqueda de rastros o personas y localización de armas.

La ciudad de Viedma cuenta actualmente con seis perros, de los cuales cuatro son adiestrados por el sargento Luciano Martínez y el cabo Damián Frete, a cargo de la parte de narcóticos (detección de estupefacientes), y dos pertenecen al área de Investigaciones Judiciales (vinculado a la búsqueda de personas), bajo el mando del sargento ayudante Paulo Monsalve y del cabo Bruno Núñez.

Se trata de animales que son donados a los 2 o 3 meses de vida, es decir cuando son cachorros y, si bien en un comienzo los efectivos policiales que conviven con ellos generan un vínculo, también entienden que se trata de compañeros de trabajo.

¿Cómo es el trabajo de los perros de la Policía?

Presencia en operativos de control vehicular, allanamientos, prevención en terminales de ómnibus, búsqueda de personas o rastros y el hallazgo de armas y explosivos son parte de la tarea de estos perros.

Para ello es importante marcar algunas diferencias que tienen que ver con el adiestramiento que reciben para cumplir con las distintas funciones.

De acuerdo a lo que detalló uno de los adiestradores, el perro de narcóticos hace una búsqueda más específica, sobre una sustancia determinada, es más controlado. “En cambio,  el de rastros tiene un ambiente más amplio porque a veces la gente se pierde durante días y entran en juego otros factores como el clima, el tiempo y la zona porque no es lo mismo que una persona se pierda en la playa, o en un lugar con nieve” especificó el instructor.

Otra diferencia que tiene que ver con lo olores ya que no es lo mismo el trabajo que refiere a narcóticos a cuando se buscan personas donde el perro “tiene que aprender a seguir un olor que no siempre va a ser el mismo, porque puede ser un hombre, una mujer, una persona mayor o un niño, cada persona tiene un olor particular”.

De esta manera, cuidar, adiestrar y guiar con una adecuada preparación a estos valiosos animales culmina con un gran servicio a la comunidad para combatir diferentes delitos o incluso salvar vidas.

Fuente: Jefatura de Policía de Río Negro

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