Misteriosas estrellitas de El Tembrao, Línea Sur: Palentólogo dice: “Partecitas de un bicho grande”

Leonardo Salgado, doctor en Ciencias Naturales, paleontólogo e investigador del CONICET, opinó que las misteriosas estrellitas de El Tembrao, en la Línea Sur, mencionadas recientemente en una nota publicada por masrionegro “parecen ser las plaquitas que forman los “tallos” de los crinoideos (o lirios de mar), parientes de las estrellas. Estas “estrellitas” no serían los “bichitos en sí”, sino partecitas de un bicho más grande”.

De ese modo, brevemente, comentó Salgado acerca de un tema que llamó la atención de muchos lectores de masrionegro.

Actualmente, Salgado trabaja en el Instituto de Paleobiología y Geología de la Universidad Nacional de Río Negro y el CONICET, en General Roca. Ha escrito numerosos trabajos científicos, de entre los cuales quizás el más famoso sea la descripción original de uno de los dinosaurios carnívoros más grandes conocido, el Giganotosaurus (con Rodolfo Coria, 1996). Se le deben también las descripciones y nomenclaturas de Antarctopelta (con Zulma Gasparini, 2006, la descripción definitiva del primer dinosaurio hallado en la Antártida) y numerosos trabajos sobre paleobiografía.

En marzo de este año, el diario Clarín tituló: “Se fue de Adrogué para descubrir dinosaurios gigantes en la Patagonia” y agregó: “Leonardo Salgado participó de los hallazgos más importantes de la paleontología argentina.

La Argentina es tierra fértil para la paleontología. Se han hallado fósiles de un 10% de las especies conocidas de dinosaurios, principalmente en el Norte de la Patagonia”.

Por eso fue que hace más de dos décadas Leonardo Salgado (57) dejó el Adrogué ​de -hasta entonces- toda su vida, para trasladarse allí, donde pudo convertirse en una eminencia de la disciplina.

Paleontólogo e investigador del CONICET, Salgado estuvo involucrado en el descubrimiento más reciente de un dinosaurio gigante en nuestro país.

El año pasado, fue uno de los que presentaron en Neuquén el Kaijutitan Maui, un saurópodo de más de 86 millones de años de antigüedad, que habría medido más de 30 metros. Por cierto, no es el único hallazgo en el que tuvo parte, ni el más importante.

Radicado en Cipolletti, provincia de Río Negro​, Salgado se dedica full time a la investigación. “Es algo que me obsesionó desde el jardín de infantes. Dibujaba animales, leía mucho y estaba interesado en todo tipo de vida salvaje. Fue muy imponente conocer el diplodocus del Museo de La Plata, de casi 27 metros de largo”.

Trabajar con dinosaurios” era la frase con la que le respondía a sus padres cuando era chico y le preguntaban. El futuro llegó por ese camino.

“En 1988, al poco tiempo de graduarme en Ciencias Biológicas con orientación en Paleontología (en la Universidad de La Plata), me llegó una oferta para trabajar en el Sur como investigador. Me casé y me vine a Cipolletti”, cuenta.

Pocos años después de haber empezado, y mucho antes del hallazgo presentado en 2019, tuvo su momento cumbre al formar parte del descubrimiento del Giganotosaurus Carolinii, el carnívoro más grande conocido.

Fue en 1993, en Villa El Chocón, y la trascendencia noticiosa tuvo que ver con una casualidad: coincidió con el estreno de la película Jurassic Park.

Además de continuar explorando y buscando fósiles, Salgado es docente en la Universidad Nacional de Río Negro.

“Es muy lindo ir al campo con los alumnos -dice-. Es un trabajo muy delicado y arduo y que todos compartamos la misma pasión e intriga es algo sensacional”.

Por su parte, Julián Lobo, también lector de masrionegro, opinó: “Quien caminó la Meseta Somuncurá podrá hablar al respecto; sin ser universitario cualquiera se dará cuenta que esa zona estaba bajo el mar. Podemos ver caracoles, conchas estrellas en sector Este de la misma, piñas de pinos brincos como en Valcheta: grandes árboles petrificados. Ya rompiendo algunas piedras animales en relieve y bajo relieve. Como así también rastros de animales y humanos petrificados…. pinturas tallados .. terriblemente rica en historia la Patagonia y provincia rionegrina . Ni hablar de la zona de El Chocón. Está todo bien delimitado y marcado por zonas y espero algún día no muy lejano que se comience a cuidar el patrimonio arqueológico  y paleontológico ya que la ley es muy superficial”.

Antecedentes de este tema: Nota publicada por masrionegro

Las misteriosas estrellitas de El Tembrao en la Línea Sur. Muy pequeñas y de perfecta forma

El Tembrao es un paraje del Departamento Valcheta con mucha historia y con un gran esfuerzo de los pequeños productores que siempre esperan un tiempo mejor.

Su denominación es un topónimo con varias interpretaciones. Para algunos (Malvestitti) sería “chembrao”: “Pozones de agua muy profunda azul o verde”, hoy casi descartada por los investigadores.

Según aparece, en la hoja “Valcheta” del Instituto Geográfico Militar del año 1928 sería “A. T. Emrao”, es decir Arroyo T. Emrao, versión también bastante disparatada.

Lo más apropiado sería una deformación del mapuche “Lemraüf”, o sea “manantial en la arcilla o toba amarillenta o tostada”. Un dato a favor para esta acepción, dicen: “es que allí aparecen, conspicuas, las arcillas o tobas del Cretácico final, precisamente con esas tonalidades”.

Como todo paraje asentado cerca de la meseta de Somuncurá atrapa al visitante por su silencio, su inmensidad y la austeridad  de los roquedales.

Es sabido que el Departamento Valcheta encierra verdaderas curiosidades en todo lo relativo a las tradiciones orales, a la paleontología, a especies únicas en el mundo como la “mojarrita desnuda” de las nacientes del arroyo en Chipauquil, a las ranitas de la meseta, y los abundantes testimonios que demuestran que en tiempos pretéritos  toda esta región estaba cubierta por las aguas del mar. Por eso los restos fósiles de ostrones en la meseta o el “Delfín Picudo de Couvier en el gran Bajo del Gualicho.  Y casi aledaño a la misma localidad el bosque de árboles petrificados más septentrional de la Patagonia con especies que datan de 60 millones de años. Sin olvidar los excrementos de dinosaurios, los dátiles fósiles de palmeras, sus cáscaras características y los afamados huevos fósiles, un verdadero tesoro de otros tiempos, algunos con algún embrión en su interior.

Pero es más raro aún y casi desconocido (por eso empezamos escribiendo sobre el paraje del arroyo Tembrao) que en sus proximidades se encuentran pequeñísimas estrellitas de mar fósiles entre la arena en gran cantidad. Son muy diminutas y perfectas, algunas de tres milímetros.

Se dice que en lugares aledaños al balneario Las Grutas se encuentran otras muy similares.

Quién visite toda esta zona de la Región Sur se encontrará con muchas sorpresas como estas. Tenemos una provincia “de los Andes al Mar” con inigualables recursos para un turismo sustentable, donde el turista podrá llenarse los ojos con paisajes increíbles y también con estas pequeñas y misteriosas estrellitas de un pasado milenario.

Jorge Castañeda

Escritor – Valcheta

Foto: Salgado (Facebook)

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