Entre libros dedicados, artesanías y regalos. Así será la “Casa del Escritor” en la Línea Sur

Mis amigos son muy generosos. Me regalan cosas. Pronto, Dios mediante, cuando pase esta pandemia podré abrir las puertas de “La Casa del Escritor” que estará poblada de artesanías y antigüedades. Las he ido juntando desde adolescentes: Viejas radios, relojes (grandes y pequeños, de cuarzo, a cuerda, de mesa y varios de bolsillo y un una minúsculo, el más pequeñín), botellas. Infinidad de botellas, algunas muy antiguas: de licores, de aceite, botellones de las estufas a kerosene, panzudas, flacas, con forma de pescado. Al decir de Jorge Luis Borges: cosas.

Mi colección de más de 1500 libros dedicados por sus autores, entre ellos un ejemplar en segunda edición del Canto General editado por Losada con la rúbrica en tinta verde de Pablo Neruda, libros antiguos del año 1800, algunos inhallables y de un gran valor bibliográfico.

Entre mis amigos escritores extranjeros muchos de ellos me han enviado sus presentes: El poeta Abel Gallarzo, aparte de sus libros, me envió un auténtico sombrero mexicano. Desde España José María Cotarello Asturias por su parte una hermosa cerámica tradicional de España.

Más de quinientas tarjetas postales, tres biblioratos completos de cartas de escritores y artistas de todo el mundo y muchas minucias que atesoro y guardo con mucho afecto.

Una colección de corbatas y como cincuenta pasadores de pañuelos de cuello. Radios viejas, monederos de colectivos, tinteros, frascos raros, faroles, máquinas fotográficas, combinados musicales, miniaturas, bolitas y bolones, juguetes, fotos y recuerdos de otras épocas entre un sinfín de cosas.

Todo lo colecciono: estampillas, cucharas, alhajeros, latas muy antiguas: de té, de bombones, de galletitas, mates, balanzas romanas y de platos, calentadores, micrófonos con historia (en uno de ellos cantó Azucena Maizani), discos de pasta y de vinilo (Muchos dedicados de puño y letra), cuchillos, adornos de bronce, porcelanas, platos decorativos, vasijas de greda (algunas realizadas por las artesanas de Pomaire, Chile), trabajos en cuero, adornos, piedras raras y cuántas otras cosas.

Hay en las paredes varios afiches, de Pablo Neruda, de Ernesto Cardenal, uno muy querido con la cantimplora cuando llegó el agua a San Antonio Oeste. Uno muy grande promocionando sus productos de la firma Vermectín con la foto de centenares de ovejas de distintas razas –una joya-. Y un retrato del General José de San Martín para no olvidarme de sus “Máximas”.

Pirograbados con el rostro de Perón y Evita, la máquina de coser Singer de mi madre, varias tijeras, herramientas viejas de mi padre, libretas de la Caja Nacional de Ahorro Postal, una lata en que venía el dulce de membrillo “Bagley”. Varias de máquinas de escribir, fax, fotocopiadoras manuales, cucharas y tenedores, viejos mapas, una Tabla Periódica de los Elementos que editara la Empresa Shell y varios guías de viajes de la misma empresa y hasta catálogos de cruceros en barco con los menús incluidos.

Un antiguo banco de escuela, tinteros de vidrio, lapiceras antiguas (una Tintekuli). Cajas de hilos de coser Dedal y Andrecito. Minucias, muchas minucias.

Las colecciones completas de varias revistas y diarios desbordan de los anaqueles. Su lectura me transporta al pasado.

Los cuadros que me regalan mis amigos lucen orgullos en las paredes de mi casa y todo lo invaden. Veleros artesanales, tallas del maestro Rodolfo Astrada, Yo las miro y me deleitan.

Todo me gusta y lo atesoro. Todo me llama la atención. Tengo alma de coleccionista, por algo será. Cada cosa tiene su historia: Desde un cuchillo grande de cuando se descolaba la remolacha que se enviaba al ingenio de General Conesa, hasta el dedal de mi madre o la cuchara de albañil marca Gherardi de mi padre.

Soy un eterno agradecido a Dios y a la vida que me han dado tanto. Y a mi familia por tanta comprensión y afecto.

Yo pasaré y mis cosas quedarán. Hablarán de mí. Serán mi testimonio de que he vivido. Y cosas, que al decir de Borges, perdurarán más que nosotros.

Jorge Castañeda

Escritor – Valcheta

About Raúl Díaz

Check Also

Río Negro: Parques cedió valioso predio a fundación de un ex funcionario nacional

  Son dos hectáreas ubicadas sobre la costa del lago Mascardi. Fueron entregadas a la …