Vecino de Viedma enseña bioconstrucción a la gente. Usa adobe, paja, madera y vegetación

Alcides Namuncurá es un emprendedor viedmense que vive en el barrio Lavalle, de Viedma, y hace más de 40 años se dedica a la construcción convencional, pero en la última década comenzó a incursionar en la bioconstrucción. Desde entonces ha tomado cursos de formación en diferentes puntos del país y actualmente enseña a la comunidad.

La bioconstrucción se nutre de materiales naturales casi sin procesos industriales y con un efectivo aprovechamiento de la biocapacidad del planeta y sus energías primarias, reduciendo sustancialmente la huella ecológica de los actuales modos y procesos productivos.

Su trabajo es realizado con materiales de bajo impacto ambiental, utilizando adobe, paja, madera y vegetación para cubrir techos. Se trata de una disciplina dentro del ámbito de la arquitectura y de la edificación que busca la integración del edificio en el entorno.

Para ello es necesario conocer cómo funcionan las leyes de la naturaleza y así conseguir el mínimo impacto. Se eligen técnicas constructivas adaptadas al entorno, paisaje y sociedad donde se implanta. Y estas envolventes generan espacios interiores que se convierten en la tercera piel del individuo, con lo que debe cumplir las mismas funciones que este tejido protector de nuestro organismo.

Namuncurá se inició en la bioconstrucción hace unos 10 años cuando realizó un curso de capacitación con la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) de Patagones. Luego, fue participando de diferentes capacitaciones que le permitieron hoy en día ser él quien brinde los talleres de Bioconstrucción a la comunidad mediante su emprendimiento denominado “Ruca Chapad”.

Alcides se formó en  talleres de bioconstrucción en la CTA de Patagones, Mar del Plata, Río Colorado y otros puntos del país, donde fue adquiriendo conocimiento de la práctica que hoy enseña en Viedma.

Destacó que en Viedma “hace dos años se aprobó por ordenanza la posibilidad de incursionar en la bioconstrucción, en Patagones todavía no, están a la espera de tratamiento”. Por este motivo, en Viedma ya concretó refacciones en viviendas camino a El Cóndor, y también hornos de barro, hornos chilenos, pintura natural con hierbas.

 

A partir de sus conocimientos en la materia fue convocado por algunas fundaciones que quieren aprender el sistema al igual que algunos comedores sociales porque esta modalidad de construcción tiene múltiples usos, sobre todo los hornos.

Hace poco brindó un taller de bioconstrucción, que contó con cupos completos. El interés que ha despertado en la ciudad es notable y se espera la continuación del dictado de más talleres de bioconstrucción y de pintura natural.

“Celebramos estas iniciativas que tienen a reducir el impacto ambiental a través del fomento y la promoción de la construcción de edificaciones, destinadas al uso humano, realizadas con el método de bioconstrucción que surge hoy como una respuesta concreta ante la crisis energética y la necesidad de mitigar el cambio climático para reducir al máximo la contaminación ambiental”, consignaron en un proyecto los legisladores rionegrinos

José Luis Berros, Ignacio Casamiquela, Pablo Barreno y Daniela Salzotto

Ellos promovieron declarar de interés educativo y ambiental el taller de bioconstrucción y pintura natural dictado por Alcides Namuncurá.

Foto portada: NoticiasNet

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