“La línea de los sueños”: Los escritores escriben y sueñan desde Ingeniero Jacobacci

En la ciudad de Ingeniero Jacobacci durante los días 26 y 27 de noviembre se vivieron dos jornadas llenas de magia, donde la poesía, el canto y la pintura fueron protagonistas con momentos de gran emoción.

Organizado por el Centro de Escritores de Ingeniero Jacobacci “La Línea de los Sueños” se realizó el XXII Encuentro de Escritores, que fue de todos el que contó con mayor cantidad de participantes, bajo el lema: “Las improntas del hombre y el paisaje se reencuentran en la palabra proyectando futuro con pasión”.

En lo que a mí respecta, quiero agradecer infinitamente las atenciones recibidas y el respeto que mis colegas me manifestaron en el transcurso de las dos jornadas. No encuentro palabras para expresar lo que sentí sino solamente decirles ¡gracias!!! Gracias por todo, por el afecto, por la gentileza, por el cariño.

Fue más que nada un reencuentro entre amigos, para compartir emociones y sueños, cada uno con su aporte, con sus libros, con sus creaciones. Después de la pandemia la literatura patagónica cuenta con muy buena salud.

Se presentaron libros, se dieron ponencias, se cantó y emocionados hasta algunas lágrimas corrieron por nuestras mejillas.

Mis amigos entrañables estuvieron a mi lado: Eduardo Reyes, Jorge Íncola, Claudio Amaya (uno de los organizadores y motor infatigable de cada encuentro), Ester Faride Matar (que trajo de la mano a su nueva novela “Aisha”; Rubén esteban Cabo (su último libro está ambientado con personajes de mi pueblo, Valcheta); Juan Serenellini, a quién acompañé en la presentación de su libro “Buscando a papá” que nos hizo emocionar a todos: Tulio Galantini con sus libros de viaje; Gustavo Di Crocce con su ponencia y sus libros; Carlos Abadie y el Dudy Guasco (ingenieros y escritores que valen la pena);la voz de hombre rural de don Aurelio Sarries; los libros y compactos de Juan Morales Figueroa, tan reconocido por sus letras de canciones; y los músicos amigos Luz Ayún, Oscar Benítez y Carlos Ávila, que nos alegraron el alma con su talento.

Entre otros expositores; mi amiga Gladys Sandoval, Silvia Vilchez, Carlos Mercapide presentado en ausencia por “Rayito” Simionatto, Marta Ibañez, Norma Dus desde Bariloche, Silvia Sánchez con su “libre objeto”, Lilian Costamagna, Nora Flamini, Heidi Bitterman desde Dina Huapi, Anahí Almuna, Gloria Manqueo (mi amiga y pariente), Irma Hernández, Ana Giovanini. María C. Venturini y su “Zapallo, Blanca Alegre desde Patagones, Ángeles Rivas, Etherline Mikeska y su “Pan de noche” o sea los libros que tenemos en nuestra mesita de luz.

Por supuesto que el momento de mayor emotividad fue el homenaje a quienes han partido: al maestro Elías Chucair (estaba su hija), a Poul Pedersen, mi amigo entrañable y Oscar Peralta.

Una sorpresa fue que gracias a Blanca el amigo Claudio García desde Viedma me envió su último libro “La lección de los peces”, gracias Claudio me sentí niño otra vez.

Y lo mejor de todo, con Incola y con Eduardo Reyes, al regreso en Maquinchao nos esperaba don Aurelio Sarries, con quien conversamos y nos dejó toda su gran humildad y sabiduría. ¡Qué Dios de largos años a don Aurelio!!!

Ya de regreso en mi casa, donde también había –como de costumbre- amigos. Compartimos el almuerzo de despedida con rellenos de hojas de parras, plato típico de los árabes.

Solo me resta agradecer el desayuno que tuvimos con Carlitos Novoa, periodista de San Antonio Oeste que fue a cubrir el evento de gastronomía.

Y un reconocimiento muy grande a Claudio, los escritores de Jacobacci y la gentileza y el cariño de las chicas que nos atendieron en almuerzos y cena. Así da gusto ir. ¿Qué más podemos pedir?

Texto: Jorge Castañeda

Escritor – Valcheta

Fotos portada: archivo

Foto interior: Reuniónen Jacobacci

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