Prahuaniyeu, Línea Sur: Lupe, la corderita que se ganó el corazón de una familia

Esta historia demuestra, una vez más, que el amor existe en todas sus formas y que no estamos solos en este mundo.

La corderita Lupe tiene 20 días de nacida y vive en el paraje Prahuaniyeu junto a su dueña, Natasha Molina, de 9 años. Además de una integrante más de la familia Molina-Messa, usa la camiseta del ídolo Leo Messi, con la cual pasea por campos sureños.

Carmen Messa, mamá de Natasha, cuenta que a la corderita se la regalaron porque los dueños anteriores no tenían el tiempo necesario para criarla. Que al momento de hacerse cargo del animal, la encontraron en muy mal estado de vida a causa del abandono de su madre. Por naturaleza, surge una época en que algunas ovejas deciden destetar a sus crías antes de tiempo.

“A nosotros todos los años nos dan uno o dos corderitos que abandonan la mamá, los cuidamos un tiempo y después son llevados nuevamente al campo, pero está corderita superó todas las expectativas. Mi hija la nombró Lupe”, cuenta Carmen.

Natasha, al ser única hija su mayor compañía es Lupe; juegan juntas y salen a caminar por el campo libremente.

La familia destaca que la corderita es inteligente y educada. No se sube a los sillones del hogar y que conoce cuáles son sus espacios.

“Aparte es re mimosa, le encanta que la tengan a upa y se duerme sin ningún problema. Es como si fuera una niña más en casa y mi hija la súper quiere, todos nos apegamos” expresa Messa.

Sólo los días soleados, Lupe, sale al campo sin abrigo y con su remera de Leo Messi. Generalmente usa poncho o una pequeña campera cuando hay presencias de bajas temperaturas. Su familia la cuida de los intensos fríos sureños, por su débil lana, que todavía al ser pequeña no desarrolló del todo.

“Durante el día la tengo todo el día en la cocina, anda con nosotros todo el tiempo, por ahí duerme su siesta en mi falda o en la de mi hija cuando está mirando dibujitos”, detalla Carmen.

Cuando llega la noche, la familia deja a Lupe en un galpón pequeño, donde duerme con el acompañamiento de sus “peluches”. Además, posee una cama con prendas de lana, para que no esté en contacto con las heladas.

Con respecto a la alimentación de la corderita, su alimentación es con mamadera a base de leche líquida.

“Ya ahora es como que está queriendo comer pastito, la observó pellizcar los palitos, por eso la estoy comenzando a sacar afuera” dice Carmen. En un mes, Lupe ya podrá incorporar a su dieta, avena, pastura y maíz.

Actualmente a la corderita Lupe se le realiza una pequeña casita reciclable con botellas de plástico. Cuando finalice el invierno y se aproxime el calor, podrá disfrutar del aire libre sin insolaciones. La familia es muy feliz con su compañía y no perderán el contacto con ella aunque vuelva a su ámbito natural.

Texto: Carla Eliana Spaiger

 

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