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Un grupo de vecinos de la villa balnearia La Lobería, a 60 kilómetros de Viedma, integra la asociación civil con personería jurídica denominada “Punta Bermeja”, creada en el año 2016 y actualmente “en pleno auge por las constantes injusticias y la falta de respeto que venimos padeciendo desde hace años desde distintos sectores del Estado”.
“Uno de los puntos a tratar más importantes en este momento es la obra de luz trifásica, teniendo en cuenta que actualmente nos abastecemos de un único cable monofásico que provee del servicio a la villa, dejándose excluido a un gran sector de vecinos por las carencias del servicio. Debe destacarse el gran crecimiento del balneario, todo lo cual ha llevado a cortes constantes del servicio de luz por falta de abastecimiento energético y la baja tensión”, consignó en un comunicado la abogada Samanta Arias López, integrante de la Asociación.
Agregó: “También está la necesidad de llevar agua dulce, considerando ante todo que el acueducto está a tan solo 8 km del balneario por el camino de La Cuchilla y nunca logramos, a pesar de los intentos, que los gobiernos de turno nos provean del servicio. Debido a ello, por años debimos proveernos de agua por medio de camiones cisternas, debiendo afrontar gastos excesivos, aún estando tan cerca el pasaje del acueducto ganadero que podría tan fácilmente traer agua a nuestros hogares”.
Además de la falta de servicios esenciales para cualquier vecino que paga sus impuestos, Arias López señaló que “debe tenerse en cuenta las terribles falencias contenidas en una ordenanza municipal reciente, enmascarada bajo un velo “ambiental proteccionista” de corte meramente inconstitucional, en referencia a las limitaciones que hace la misma al derecho de propiedad de forma injustificada, siendo dable destacar las referidas a las superficies construibles de cada fundo privado”.
“Se pretende así y sin justificativo alguno, más que la mera prohibición, que se restrinja la propiedad construible de cada terreno a un pequeño cubículo en el centro de cada fundo, dejando amplios espacios baldíos en laterales, frente y fondo (en total más de 20 metros), todo lo cual lleva a considerar a dicha ordenanza como arbitraria, caprichosa e injustificada, sin tener dichas restricciones nada que ver con la protección al medio ambiente, el cual desde antaño los vecinos hemos cuidado y protegido, sin apoyo de ningún ente estatal, cómo así fue cuando colocamos tachos de residuos, siendo nosotros mismos quienes trasladábamos la basura a El Cóndor”.
La abogada afirmó además que “el 90 por ciento de las construcciones actuales del balneario se hallan realizadas sin contemplar los utópicos requisitos exigidos por la reciente ordenanza inconstitucional, ocupando sus espacios construidos en más del 80 por ciento de la superficie total de los terrenos. Y no solo eso, el 90 por ciento de las viviendas utilizan pozos sépticos, veneno puro para el ambiente”.
“Teniendo en cuenta todo ello, deberían considerarse dos posibles opciones viables por parte del Estado, contempladas en la ley fundamental: una que significaría expropiar y pagar el valor real de cada una de las tierras a cada dueño de fundo, requisito esencial previsto en la Constitución nacional para limitar el derecho fundamental de propiedad, y una segunda opción que sería apuntar a qué cada propietario dispusiera de la superficie y propiedad que por ley fundamental le corresponde, con las únicas limitaciones lógicas y legales, siempre en preservación al medio ambiente, refiriéndonos con ello a la utilización de biodigestores, paneles solares, plantación de vegetación autóctona, protección de la misma al igual que de la fauna silvestre, crear conciencia tanto en pobladores cómo en turistas, etc”.
“Demás está decir que nosotros, desde la Asociación de Vecinos, estamos abiertos al diálogo con el Estado, en pos siempre de lograr todo tipo de mejora y concientización medioambiental para el cuidado de nuestra villa balnearia”.
Otro punto que consideró importante a tratar es “la falta de preservación a los espacios comunes: hace poco más de un año se desbarrancó el mirador de lobos, matando a miles y miles de ejemplares de lobos marinos de un pelo: ello por falta de mantenimiento por parte del Estado, el mismo que hoy se considera defensor del medio ambiente”.
“A su vez, durante años el camping ha estado en ruinas, debiendo los turistas que arribaban al balneario acampar entre roedores, por carecer el balneario de un lugar donde pudieran parar dignamente.
Actualmente por la última concesión dada, esto ha cambiado y el camping se ha convertido en un sitio limpio y cuidado dónde acampar, pero como siempre tenemos en La LoberÍa una de cal y una de arena: este año no se ha habilitado aún el camping, atentando de Esta manera contra el turismo que con tanto esfuerzo los vecinos hemos venido impulsando por años”.
“Otro tema en debate son las concesiones del camping y la confitería y con ellas nos referimos a las faltas de contratos legítimos y el simple amiguismo de siempre. En referencia a ello esperamos que pronto den apertura a las concesiones ya que hay mucha gente deseosa por apostar y trabajar en el lugar con ímpetu, pero sin les resulta prácticamente imposible acceder a una licitación democrática”.
“El kiosco de la bajada es esencial para cualquier turista veraneante a fin de proveerse de agua caliente y demás necesidades básicas que pudieran surgir, teniendo en cuenta ante todo la importante subida que separa al sector de playas del estacionamiento principal. A pesar de ello este verano se nos ha negado su funcionamiento también de forma injustificada desde el municipio”.
“En síntesis, nuestra villa balnearia ha estado y está actualmente abandonada a su suerte y así ha sido por años, habiendo mayores limitaciones y negaciones que soluciones y respuestas, debiendo quedar en claro que siempre hemos sido los vecinos unidos quienes hemos bregado por sacarla adelante”.
Foto de arriba: ilustrativa, no corresponde al problema expuesto por la Asociación
