Ibis Díaz es un amante del ciclismo y su pasión ya de adulto, sigue intacta. Desde hace mucho tiempo que tenía ganas de hacer algo para que chicos que no pueden comprar una, la tuvieran.
Fue así que por las redes sociales comenzó desde Bariloche a pedir a la gente que tuviera alguna bici rota, se la acercara para repararla y así en esta Navidad llegaron casi nuevas a manos de nenes y nenas de los barrios.
“Desde niño sentía amor por las bicicletas aprendiendo a arreglarlas, de grande empecé a juntar algunas que estuvieran dañadas y repararlas o entre varias intentar armar otras”, contó.
Pensando en quienes sienten su misma pasión pero no cuentan con el dinero para adquirir una bicicleta, puso manos a la obra. “Reciclar y hacerlas andar, esa es mi única intención”.
Llevaba regaladas muchas, pero ahora dedicó gran parte de sus días para llegar a Navidad.
Ibis es artesano y cuenta con un puesto en la globa al lado del Centro Cívico, donde ofrece a la venta bijouterie. “Me da pena ver tantas bicicletas tiradas en los garajes o patios sabiendo que hay tantos chicos que sueñan con tener una”.
Agregó: “Siempre dicen que el sueño del hombre es volar y para mí lo más cercano a volar es andar en bicicleta”.
Está feliz por sentir que la comunidad barilochense sigue siendo solidaria, puesto que muchos le han acercado bicicletas para que las recicle. Ya entregó a algunos merenderos y espera llegar a la fecha de reyes con otras listas para seguir cumpliendo sueños.
Ibis sigue recibiendo bicicletas rotas o simplemente partes de ellas, como cuadros, ruedas o asientos. Quienes tengan para aportar algo se pueden comunicar a su teléfono, 2944162130.
Texto: Susana Alegría, diario El Cordillerano