Hoy compré una lata de Puloil. “El envase tradicional que sabía usar mi querida madre”

 

Hoy fui al supermercado (me reí porque al decir de Diógenes el cínico, fui a comprar cosas que no necesito) y encontré ¡envases del tradicional Puloil, que sabía usar mi querida madre! Por supuesto que compré una lata porqué “Rinde más, limpia más a fondo y pule mejor”.

Se sabe que “El Puloil nació en Parque Leloir, Ituzaingó, y fue el gran producto de limpieza. El venía en una inconfundible lata de color amarillo. Su logo y presentación también son una verdadera marca registrada: una mujer con una escoba en la mano derecha y un cepillo en la izquierda”.

La fábrica estaba ubicada entre las calles Tabaré y Martín Fierro y se especializaba en la producción de polvo abrasivo. Y es considerado el primer producto de limpieza elaborado en gran escala en el país.

“Millones de personas utilizaban este producto envasado y fue tanta la popularidad que se generó en torno a este invento revolucionario que, por aquellos años, se nombra Puloil a aquella persona que se dedicaba a trabajar en la limpieza de una casa”.

Como una digresión de color local, en mi pueblo Valcheta, hace algunos años se había conformado un equipo de fútbol barrial que se llama precisamente: ¡Puloil!!

El abrasivo conocido con este nombre de fantasía y otros similares es “una especie de arenilla compuesta por sulfato de sodio, carbonato de calcio y sodio”.

Así que hoy al comprar un  envase de este polvo limpiador de alguna forma me acordé de mi querida madre, ya con delantal, la escoba o la tabla de lavar, en aquellos días felices de mi infancia.

Gracias Puloil, por estar de vuelta.

Texto: Jorge Castañeda

Escritor – Valcheta (Río Negro)

 

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