Los 90 de Eulalia”: Barrio Sur en la ribera del Conesa de color

En esta segunda parte aparecen en escena Los Osses. El sesquicentenario del pueblo trae aparejado celebraciones. Una de ellas, el reciente fin de semana, los 90 de Eulalia Osses. Una concelebración de familias locales y emparentamientos (también de color) que se dieron cita en las instalaciones del Club San Lorenzo. Madryn, Banfield, La Boca… no estuvieron ajenos.

Omar Robledo (alias en el pueblo “Motoneta” y sobrino de la reporteada) me avisa: “Viene desde Banfield, con una amiga, mi tía la Negra Dorita…los voy a juntar en casa para que conversen…”.


Domingo, día post-camaruco cumpleañero, nos juntamos para alimentar y condimentar esta nota 24. Dora Machado me madrugó, la cita era a las once, pero me sorprende con los sones aún del acordeón perdurable de la noche, entre valses, pasadobles y la chacarera que se bailó para su tía, la homenajeada…“fresca como una lechuga… son años…“ se sonríe igual que cuando la conocí, veinteañera, bailantera, candombera… Cincuenta más pasaron y Dorita es la de siempre.

Cumplió los 70 hace poco y con anillos y registro civil formalizaron los 20 años previos de “ensayo matrimonial” con su Totó, Roberto Seijó, de estado civil viudo, a quien conoció en un viaje a Cuba, por Baradero, La Habana y la excusa luego de la foto que le pidió le sacara frente al Monumento al Che Guevara. Claro, “me había quedado sin rollo en mi máquina y don Roberto obligóse a sacarla, revelarla al regresar a la Argentina, e invitarme luego a ir a buscarla a Banfield donde él vivía. Yo en La Boca… y caí mansa, tímidamente al comienzo, fervientemente al final…”. Y al final, los hijos de Totó nos convencieron… el 27 de septiembre nos casamos en secreto y el 5 de enero del 2018 lo hicimos público, mi cumple y casamiento, con una fiesta grande en Banfield, remodelación de la casa, de la pintura, los alfombrados, la pileta de natación… esa tentación para alargar la fiesta, el verano, y las excusas para “quedarse a vivir” (la única recomendación…que cada uno lleve su colchón).

Dorita, su barrio de color, sus raíces.. “Nunca renegué de mis raíces…de mi gente, y de mi querido Barrio de los Negros…y acá vuelvo cada vez que puedo, es mi gente que me quiere. Mis negros me extrañan, mi piel delata el son bullanguero que recibí de mis padres a las ocho y veinte del 25 de diciembre de 1948 en este Hospital Rural que lleva el nombre del querido médico full time Dr.Héctor Monteoliva…”


Cuenta regresiva. Yo soy una Machado. Llevo el apellido de mi abuela Mauricia Machado, casada…o mejor dicho juntada, con Antonio Osses. De esta unión nacen mi madre: Teófila Machado y luego mis hermanos: Manuel, Alfredo y Ricardo que llevan el apellido Osses, o sea, ellos son mis tíos. A mi mamá Teófila no la asentó con el apellido Osses, sino como “Teófila Machado”, aclaro, mi querida madre, es la de la foto junto a Sara de Devicenzi, grandes amigas; foto que subiste con la primera nota que nos has dedicado”. De esa descendencia es Eulalia, casada con Ricardo Osses (fallecido).

De mi abuelo no tengo fotos, pero sí de mi abuela (busca en el celu)… acá está mi abuela, de nombre Mauricia Machado, tengo recuerdos muy tiernos de ella, porque falleció cuando yo tendría…unos siete años, pero conservo su foto y sus abracitos fuertes (fuerte y grande era su físico y también su corazón).


Mientras revisa las varias fotos que le despliego sobre la mesa del comedor y la comadre-compañera inseparable Cristina (también de La Boca) se apresta a sacarnos a nosotros… Dorita se pone los lentes y con aire ahora más intelectual…mientras va señalando los nombres que más impactan y que yo anoto …

Ah,mirá qué buena esta foto, no la tenía vista, a la izquierda el “gran-cacique-lonco Ibánez”…. (pocos salieron con sus ojos azules, pero que los hay los hay) y acá en el centro: José Machado, bien afro, bien grandote como Carmelo Ibáñez, es el padre de Liliana, Oscar y “Chilo” todos Machados!

Leí detenidamente tu nota 23: imperdible, muy precisa, e ilustrativa. Te felicito. En ella destacás la imagen y biografía de José Robledo, tu compañero de banco en la Escuela del Estado No. 9…bueno José es mi hermano. ¿Por qué? ¿Cómo viene el parentesco? Mi madre Teófila Machado se junta primero con Palomino, de esta primera unión nacen tres mujeres: Nery, Norma y Nury. Se rompe la unión con Palomino y se casa con Máximo Robledo. De este matrimonio es nuestra rama. Primero nacen Iris, Gladys, Dolila…y el varón: José Robledo (mis hermanos mayores) y luego de unos años… con cierto atraso… vengo yo en el pesebre como regalo de Navidad del año ´48!!! (suelta la risa de niñita traviesa, regalona y memoriosa al mismo tiempo). De mi hermano José (fallecido muy joven) y casado con la galesa María Willians vienen sus tres retoños que vos ya nombraste: María Elizabeth Robledo (fallecida), Patricia Margot (tu alumna e informante de primera fuente) y Máximo José, alias por todos conocido como “Chenga”…mi sobrino, y de él se prolonga la familia con su hija, mi adorada nieta: Marianita Robledo, que al día de hoy alcanzó los diecinueve. Nos adoramos!

La Negra Dora en su salsa. Años de adolescencia y juventud en Conesa, me decías recién…mirando una foto de nuestra época. Vos unos veinte o veintiuno…. Yo, con la pipa viniendo los veranos de vacaciones al pago… dos o tres más que vos Dorita, compartiendo carnavales, el río, bailes, salidas con amigos mutuos. Pero, antes… qué… ¿Dónde y con quién cursaste la primaria? En la 9, como vos… recuerdo con mucho cariño a mi maestra: Mabel Blázquez de García, mis compañeros fueron el Negrito Di Franco, Tucho Roselli, mi prima Elsa Aguilar, Cerda… los Segura (Julio ¡qué aparato!… chistoso y tremendo perseguidor)…Bueno, luego me pasaron al Colegio María Auxiliadora… porque el tema de los paros en la estatal desesperaba a muchos padres. De allí muy presente Normita Tomassini…y los mejores recuerdos para con las Hermanas Genoveva y Lina.

Te cuento… ya emplumando… había que buscar trabajo. Lo encontré y durante varios años en el histórico “Bar Plaza”, de Juan Carlos Gutiérrez (que tenía el único coche negro de alquiler que yo le alcancé a manejar… paseándola a su mujer Obdulia, un diario de oralidad insuperable en el pueblo…). Mis patrones eran Olga Gutiérrez –la hija– y el yerno Pichón Marich. Atendía el Bar, la Heladería, Bazar, Kiosco…y la parada del colectivo, la nocturna. Ellos la diurna, yo debía madrugar para recibir pasajeros y encomiendas de Julio Acosta que venía del Valle a Viedma y un tiempo también dos más: el Transporte Benítez –Conesa–Patagones– y el “tortuga” de Domingo Acaballo que recorría localmente el área rural.


– ¿Cuándo emprendiste vuelo, Dorita?… porque me consta te vieron por Palermo…Corrientes… la Boca…. los medios televisivos de entonces haciendo de “Negra”….


– Estás veo bastante bien informado Tonino. Con Haydeé Mattaboni por los setenta y tantos decidimos buscar trabajo en Buenos Aires. Anduvimos probando por Palermo, por el Abasto en busca de trabajo siempre, hasta que nos acomodamos…luego me fui con una amiga a Corrientes, diez años duró esta “visita”. Trabajé en negocios, participé en Comparsas, entre otras “Fru-Fru”, “La Litoral”… Escolas no muy grandes, pero igualmente de trayectoria y fama. Se baila desfilando al son de un samba-enredo, acompañadas por un grupo de percusión, con fantasías alusivas al tema que nos proponían…Me resultaba ese mundo fascinante, era mi ritmo ancestral. Vuelvo a Capital pero elijo La Boca para vivir.

Estudié para masajista, Reiky (para ayuda terapéutica, sicológica y para aumentar las energías) y Tarot (para liberaciones, limpieza, protecciones y atracción de buenas fortunas) – profesiones que aún al día de hoy practico con buen éxito. De allí me contacto con algunos canales para hacer de “Extra” (muchos de acá me vieron, me llamaban y me decían : “Te vimos Negrita… estás siempre igual…”). Hice algunas entradas con Tinelli (en una de las fiestas patrias –recuerdo– yo ataviada de negra mazamorrera debía ponerle a él la escarapela…mi miró fijo… y me dijo…para mí que vos no sos muy brasilera que digamos…. Se me escapó una risotada tremenda… pero no podíamos hablar…nos pagaban con un mes de atraso como extras, era una ayudita más; fui convocada en diversos eventos esporádicos. Lo mismo me tocó en lo de Susana Giménez – con ella me sentía muy cómoda y contenida, resaltaba mi piel, mi pelo, mi sonrisa… y la ropa colorida y tradicional que me proporcionaba el Canal.

Te cuento… también hice unas breves escenas con Arnaldo André en “Amor Gitano”… Con la familia de Amalia Sánchez Ariño (madre del famoso director Vicente Ariño y su nieto Emilio Ariño, a quien traté por labores afines, breves, fugaces en el tiempo pero perdurables en el recuerdo…). La familia Ariño se encariñaron mucho conmigo y yo con ellos, me invitaron varias veces a comer esos ricos fideos que sabían preparar a la española… A ver, a ver… qué más… Puedo agregar entradas mini-escenas con Patricia Palmer, Daniel Miglioranza… etc. Hasta que junté unos pesos para el viaje de ensueño mío que era conocer Cuba… La Habana… la historia del Che, contada por los lugareños…. Me fascinó Cuba…y bueno en ese viaje conocí a mi actual marido y amor de mis amores, junto a sus tres hijos y nietos… un familión tan-tan fuera de serie, tan especial que, luego de veinte años de convivencia, me hicieron poner los anillos, y en enero del año pasado, el día 5 -como te dije- hacer la fiesta conjunta de mis setenta y de casamiento… me “obligaron” a abandonar La Boca… y a radicarme en Banfield… pero ¡atenti! Eh… Soy de Boca, mi amiga que nos está sacando las fotos es de La Boca… y allí tengo “cosechado” una bombonera completa azul-oro…. Lo que la Vida me dio, lo devuelvo a todos, en deseos de salud, prosperidad y bendiciones! Vos, uno de ellos… – Gracias, me siento un afortunado, gracias amiga!

Texto y fotos difundidos en Facebook

En la próxima Nota: Los Ibáñez…los descendientes de Ibán…

Por Antonio Pascual Marcattili

2019- año del Sesquicentenario de Conesa

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