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Personal del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), con la colaboración de policías del Destacamento de Seguridad Vial de Fortín Mercedes (en la ciudad bonaerense de Pedro Luro), impidió la comercialización de 480 kilogramos de pulpa de ostras transportaban en dos vehículos particulares, sin la documentación sanitaria ni las condiciones requeridas para asegurar su inocuidad.
La mercadería no contaba con refrigeración y era llevada desde Bahía San Blas (localidad bonaerense ubicada a 110 kilómetros al Noreste de Viedma) hacia Mar del Plata.
El conductor de uno de los vehículos evadió el control sanitario en el puesto de Pradere, el 5 de octubre, por lo que intervino la Policía obligándolo a regresar. En la inspección, personal del Senasa encontró 300 kilos de pulpa de ostras, fraccionadas para su comercialización en bolsas de un kilo. La mercadería no contaba con refrigeración y era llevada desde Bahía San Blas hacia Mar del Plata.
Cuatro días después, en otro vehículo que realizaba el trayecto desde Bahía San Blas hacia 9 de Julio, detectaron 180 kilogramos del mismo producto en condiciones similares. En ambos casos, la mercadería fue decomisada y destruida por carecer de documentación sanitaria y ser transportada en vehículos no habilitados.
Con este tipo de controles el Senasa verifica el cumplimiento de las normas de higiene y seguridad alimentaria y protege la inocuidad de los alimentos que llegan al consumidor.
En este caso se trata de un producto muy perecedero que requiere especial cuidado en el mantenimiento de la cadena de frío para su conservación.
Las tareas fueron realizadas según lo dispuesto por la resolución ex MAGyP N° 38/2012 y el decreto 4238/68, y la mercadería fue destruida en un predio destinado a la disposición de residuos, perteneciente al municipio de Patagones.
