Ingeniero industrial de Río Negro es jefe de una importante empresa petrolera

Nicolás Pagliaccio tiene 37 años y es oriundo de Río Negro. Estudió Ingeniería Industrial en la Universidad Nacional del Sur en Bahía Blanca y trabaja en Techint E&C desde hace 10 años.

Apasionado por el fútbol, hincha de Boca Juniors y casi estudiante de periodismo deportivo, no se arrepiente de su elección de la carrera ya que, si bien no se siente demasiado a gusto con los temas puramente técnicos, en ella encontró una mezcla de aprendizajes que le sirvieron de equilibrio para llevar adelante su día a día.

Nicolás participó de los inicios de Fortín de Piedra como jefe de obra en el área de Sistemas e Instalación de Fibra Óptica. Hace cuatro años que trabaja en las oficinas de Neuquén y actualmente se desempeña como responsable de Presupuestos.

La cuenca neuquina fue un antes y un después en su carrera profesional. Nicolás cree fervientemente en el potencial que posee allí la industria, con Vaca Muerta generando continuamente la expectativa de seguir desarrollándose.

“Desde que me recibí quise volver a Alto Valle y gracias a Fortín de Piedra lo conseguí”

Comenzó su carrera en Tesur de Buenos Aires y participó de los inicios de Fortín de Piedra como jefe de obra en el área de Sistemas e instalación de fibra óptica. Hace cuatro años trabaja en las oficinas de Neuquén, primero en el área de Planning & Control y luego como responsable de presupuestos de toda la Cuenca Neuquina, puesto en el que se desempeña actualmente.

“Con la ingeniería industrial tenés conocimientos técnicos, pero también de gestión y de manejo de personal, que te abre la cabeza, que te ayuda a ver un poquito más allá de lo que vemos”. “A un recién egresado, le recomiendo trabajar en Techint E&C porque brinda todas las herramientas necesarias para el desarrollo y eso después tiene un aprendizaje que pocas empresas consiguen con sus jóvenes profesionales”, reflexiona.

Formar parte de los inicios de las actividades en la Cuenca Neuquina, fue un antes y un después en su carrera profesional: “Al principio Fortín de Piedra no era nada, pero poco a poco se convirtió en una obra monstruosa gracias a todos los que trabajamos ahí. Ver cómo creció y se realizó el proyecto fue algo muy lindo, una muy buena experiencia”, sostiene.

Padre de dos hijos de 3 y 7 años, planea quedarse situado en Neuquén, al menos por los próximos años, para brindarle a su familia estabilidad y una infancia tranquila. Pero además cree fervientemente en el potencial que posee allí la industria, con Vaca Muerta generando continuamente la expectativa de seguir desarrollándose. “Desde que me recibí siempre quise volver al Alto Valle y gracias a Fortín de Piedra lo conseguí.

“La provincia requiere que trabajemos con gente de la provincia, es muy importante. A mí, que soy de la zona, me gusta trabajar acá, estar cerca de mi familia”.

Nicolás participó también del proceso de construcción de las oficinas de Neuquén, sobre las que recuerda: “En el edificio estuve desde el momento cero y lo vi terminar. Fue una sensación muy linda ver plasmado el esfuerzo de toda la gente. Llena de orgullo ver que donde no había nada termina siendo una oficina con tecnología de punta”. Además, resalta el buen clima que se vive dentro y fuera de las oficinas, y comenta que organizan una vez por semana partidos de fútbol que complementa con el torneo local “Don Pedro”, del que participan equipos en distintas categorías.

Fuente: Prensa Techint (publicado en Facebook)

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