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La familia del hombre desaparecido hace más de dos meses solicitó formalmente la intervención de Marcos Herrero, aunque planteó que los gastos los asuma la Procuración.
La familia de Gabriel García Gurrea, el hombre desaparecido hace más de dos meses, pidió formalmente la participación en la búsqueda por parte del perito rionegrino Marcos Herrero.
El planteo, elevado a la UFIJ N° 20 por la abogada María Laura Bentivegna, tendrá que ser aceptado o rechazado por la Fiscalía, ya que se pretende que la Procuración se haga cargo de los honorarios presupuestados por el especialista rionegrino en búsqueda con canes, de 250 mil pesos más gastos, publicó el diario bahiense La Nueva.
En el proyecto, que ya fue incorporado a la causa, Herrero informó trabajar con perros “entrenados bajo una técnica propia, la que permite la búsqueda de personas desaparecidas luego de transcurrido mucho tiempo”.
“Teniendo en cuenta el paso del tiempo y los datos recabados por el perito, el trabajo será llevado a cabo con perros de rastro específico y restos biológicos. Se trabajará con dos canes para asegurar la correcta realización de los rastrillajes/allanamientos”, agregó Herrero en el documento, al cual tuvo acceso La Nueva.
Más allá que la Fiscalía haga lugar o no al planteo, la familia de “Tibu” considera que no se revisó a pleno el departamento donde convivían Gabriel y Pamela Antúnez, a quien se procesó en el marco de esta investigación, pero por falso testimonio.
“Me parece raro que ni siquiera diera para hacer una prueba de luminol”, sostuvo la doctora Bentivegna, en referencia al compuesto químico que permite localizar rastros de sangre en una eventual escena del crimen.
“A lo largo de toda la investigación por el caso de Facundo Astudillo Castro, la intervención de Herrero -como perito de parte de la familia del joven de Pedro Luro- despertó discrepancias”.
“En distintas etapas judiciales el perito mostró diferencias con sus colegas oficiales, por ejemplo en el exámen de vehículos o en el hallazgo de material de análisis en lugares que otros especialistas con canes habían recorrido”.
“Esas diferencias también se observaron cuando se examinaron al menos tres patrulleros y un vehículo particular (del personal policial de Villarino bajo sospecha)”.
El perro de la querella, en esa causa, también fue el que detectó, en los fondos del destacamento de Teniente Origone, un amuleto que sería de Facundo y que supuestamente no advirtieron los otros animales entrenados por las fuerzas de seguridad.
En contrapartida, durante 2016 se consideró positiva la intervención del rionegrino y su perro “Duke” en la búsqueda y hallazgo del cuerpo de Micaela Ortega, la adolescente asesinada luego de ser captada a través de las redes sociales por Jonathan Luna, luego condenado a prisión pepetua.
“Sin ellos no habría encontrado a mi hija. Tengo que estar agradecida, porque ella hoy descansa en su lugar de reposo gracias a ‘Duke’ y Marcos”, afirmó Mónica Cid, mamá de Micaela.
Texto: La Nueva, de Bahía Blanca
Fotos: archivo en la web
