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Fue habilitado en Sierra Grande un paseo y mirador de cóndores construido en la base de los cerros, en el acceso a la mina de hierro, donde ya es habitual el avistaje de esas aves.
La periódica liberación de pichones en Sierra Pailemán, a 100 kilómetros de Sierra Grande, es el motivo por el que cada vez con mayor frecuencia se producen avistamientos de cóndores que sobrevuelan la ciudad y las sierras más próximas, lo que motivó la necesidad de interpretarlos, protegerlos y preservar su hábitat natural, explicaron fuentes oficiales.
Por tal motivo, a través de gestiones de la Subsecretaría de Inversiones Turísticas del Ministerio de Turismo, Cultura y Deporte de Río Negro ante el Plan Nacional de Infraestructura Turística de la Secretaría de Turismo de la Nación, fue financiada gran parte del costo de los materiales para la construcción de esta obra de infraestructura turística.
En la oportunidad, la ministra de Turismo, Cultura y Deporte, Martha Vélez, destacó el desarrollo turístico experimentado por Sierra Grande y sostuvo que la obra “agrega un atractivo más a la oferta turística de la región y ayudará a aprovechar su potencialidad”. Además, anticipó sus expectativas sobre una excelente temporada de verano para la que se deben preparar Sierra Grande y Playas Doradas.
Ahora, la obra inaugurada consiste en un paseo interpretativo de 800 metros de extensión y cuyo remate es un mirador instalado sobre una estructura elevada que permite una vista de 360 grados aunque mayormente orientada hacia los cerros en los que ya es habitual que se registren avistajes de cóndores.
“Durante mucho tiempo se consideró extintos a los cóndores en esa zona atlántica rionegrina, situación que ha ido cambiando gracias al Programa de Conservación del Cóndor Andino que desde hace 14 años llevan adelante el Zoológico de Buenos Aires y la Fundación Bioandina Argentina y que ha permitido la reintroducción de más de 160 aves, la mayoría en Sierra Pailemán”.
