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Estamos de festejo. Hijitus ha cumplido ochenta años. Y su frase ya es leyenda: “Sombrero, sombreritus, conviérteme en Súper Hijitus”.
El genial dibujante español radicado en la Argentina Manuel García Ferrer tuvo el acierto de dar vida personajes inolvidables para todos los argentinos.
Nadie puede olvidar a Hijitus, Pichichus, sombreritus; que según palabras de su creador “era una forma de vengarme de las clases de latín que me hacían estudiar en el colegio”.
En siete años su personaje principal tuvo 52 andanzas completas, luchó contra Neurus, batió a la terrible bruja Cachavacha y ayudó al Comisario que hacía repimporotear a los malos del pueblo.
Ya es legendario “El libro gordo de Petete”, inolvidable la revista “Anteojito” y la amena Biblioteca de Literatura Universal cuyos tomitos aún se pueden encontrar en alguna librería o biblioteca.
Entre otros personajes, podemos citar a Trapito, el niño espantapájaros, el estudioso Calculín, Ico, el caballito valiente y más adelante a Pantriste. Sobresale entre todos Antifaz, el acompañante de Neurus: Pucho, compadrito, tanguero, y siempre vestido de musculosa. Y asimismo, a veces del lado del bien, a veces tentado por el mal, tribulaba el destino de Larguirucho, lánguido, lerdo, engreído y según su creador, algo tonto. Y para muchos el personaje favorito que dejó al héroe del sombrero en segundo lugar. Y no debemos olvidar a Pío Pío en Villa Leoncia, y sobre todo al genial Oaky, tan aristócrata como su padre.
Un dato curioso es que en la revista Anteojito sus personajes centrales tomaban mate con yerba Nobleza Gaucha, sazonaban sus comidas con aceite Cocinero y promocionaban artículos de camping. ¿Otra que el negro Olmedo!!
De su personaje principal supo decir que “es un tierno lleno de simpleza que adquiere superpoderes cuando sucede una injusticia”.
En la villa de Las Grutas hay dos comercios que rinde homenaje a dos personajes de García Ferrer: “Cachavacha” y “Trapito”.
Dejó algunas frases para la posteridad: “Mi infancia no tuvo juguetes. Todo era armas y guerra”. “Yo me abrí camino usando los valores humanos, no los enredos humanos”. “Las grandes obras son ideas simples”. “El chico actual no piensa, repite”. “A los 80, vivo con la misma pasión que si tuviera 20”. “Sigo soñando con un mundo mejor, con educación, con cultura, con amor, con niños son hambre. ¿Acaso es tan difícil?
García Ferrer, el maravilloso creador de estos personajes inolvidables, solía decir que “El hombre deja de ser humano cuando deja de jugar”. Y razón debe tener.
Jorge Castañeda
Escritor – Valcheta
