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El Tren del Valle superó el millón de pasajeros y se consolidó como uno de los servicios con mayor demanda del interior del país. Pese a las fallas técnicas, el incremento de la tarifa y las dudas sobre su continuidad, el ferrocarril que une a la ciudad de Neuquén y Cipolletti sigue vendiendo más de 1.000 boletos al día, igual que el 21 de julio de 2015 en el que empezó a rodar por las vías.
Desde que se inauguró, el tren neuquino mantiene un promedio de 26.000 pasajeros al mes, entre 290.000 y 300.000 de enero a enero. La demanda cae levemente durante el verano y permanece constante el resto del año, con picos en las fechas en las que hay cortes de ruta.
Durante el año pasado, el Tren del Valle llegó a los 292.762 pasajeros. Eso lo ubicó en tercer lugar en ventas entre los ferrocarriles interurbanos del interior. Comparte el podio junto con el Tren de las Sierras cordobés y el servicio internacional de Posadas a Encarnación.
Por ese nivel de actividad, el tren llegó a una cifra de seis ceros en boletos vendidos a fines de 2018. Y cuando reinicien las clases, el próximo 12 de marzo, habrá alcanzado los 1.100.000 pasajeros.
La cifra sorprende porque el servicio nació con limitaciones, que al día de hoy no se saldaron, como que sólo haya una frecuencia por hora y la única conexión posible sea de una estación a otra, sin paradas intermedias.
Para colmo, el tren funciona con interrupciones frecuentes, por desperfectos técnicos o inconvenientes en las vías. De las dos máquinas iniciales, una quedó inhabilitada, lo que deja a la empresa con poco margen para sortear los imprevistos. Durante 2017, el último año del que hay registro, hubo 115 viajes cancelados y 40 que salieron con demora.
Y, como si no tuviera escollos por superar, el servicio sufrió también varios cambios en las frecuencias en sus primeros meses y un fuerte tarifazo durante 2018, que duplicó el precio del boleto.
Sin embargo, ninguno de esos contratiempos desalentó a los usuarios, que siguen fieles al transporte sobre vías. Así sea porque hubo que esperar 22 años para recuperar un ferrocarril con pasajeros en la ciudad o porque todavía es la opción más barata, lo cierto es que el Tren del Valle dejó sin argumentos a los que veían el vagón medio vacío. A pocos meses de su cuarto aniversario, continúa rodando con buena parte de sus asientos ocupados, algo que ocurre en pocos servicios del interior de Argentina.
Fue uno de los ferrocarriles interurbanos más anunciados; quizás por eso, desde el primer viaje, el Tren del Valle se ganó un lugar en el podio nacional en venta de boletos.
Argentina tiene 16 servicios ferroviarios por fuera de la Red Metropolitana de Buenos Aires; la mitad son de larga distancia y el resto se consideran trayectos regionales. De esos ocho trenes interurbanos del interior, uno de los más importantes es el que une Neuquén con Cipolletti.
El primer lugar en ventas, por lejos, lo ocupa siempre el servicio internacional de Posadas, en Misiones, a Encarnación, en Paraguay, que transporta un millón y medio de personas al año.
Durante 2015, 2016 y 2017, el segundo puesto después del gigante misionero fue para el Tren del Valle. Contra todo pronóstico, el ferrocarril neuquino superó en ventas al tradicional Tren de la Sierras, que va de Rodríguez del Busto a Cosquín, en Córdoba.
En 2018, el orden ser revirtió. El Tren del Valle bajó levemente la demanda y cerró con 292 mil boletos. El año anterior habían sido 298 mil. En paralelo, el Tren de las Sierras sumó frecuencias y saltó a 313 mil pasajeros, lo que relegó al servicio neuquino al tercer lugar.
Sin embargo, el tren valletano se mantiene firme en el podio, muy por encima de los demás servicios del interior. El trayecto Güemes Salta, en cuarto lugar, tuvo 187 mil pasajeros en 2018, y el que sigue en ventas, Colonia Avellaneda-Paraná, llegó a 126 mil.
Texto: Ana Laura Calducci – calduccia@lmneuquen.com.ar
Foto: La Mañana de Neuquén
