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En mayo pasado, un informe del Departamento Provincial de Aguas (Río Negro) reconoció que Buenos Aires puede usar las aguas del río Negro dentro de la cuenca de ese curso, como de hecho lo hace en Patagones, pero los caudales máximos que podrá disponer “deberán surgir de los estudios que están iniciándose y ese proceso requiere de un esfuerzo técnico muy importante que no se resuelve en el corto plazo”.
En el informe, el superintendente general del DPA, Fernando Curetti, consideró que “la postura del gobierno de Río Negro es respetar y hacer respetar lo oportunamente acordado en el tratado de creación de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas y, en ese marco, las pretensiones de la provincia de Buenos Aires no pasan de ser declaraciones de funcionarios que no tienen fundamentos técnicos serios y desconocen las atribuciones de la AIC en relación a la planificación del aprovechamiento y distribución de los recursos hídricos”.
Curetti explicó además que el comité ejecutivo de la AIC decidió iniciar las primeras acciones para establecer un programa de aprovechamiento y distribución del recurso hídrico disponible en la cuenca, que “es una atribución fijada por el artículo 5 inciso b de su estatuto y dicho proceso requiere de un esfuerzo técnico muy importante que no se resuelve en el corto plazo”.
Mencionó que la evaluación técnica se realizará en el ámbito de una comisión que estará integrada por técnicos de las distintas jurisdicciones que integran la cuenca y a la fecha (mayo de este año) se han realizado encuentros técnicos preliminares que, entre otros aspectos, están evaluando el o los modelos de simulación a utilizar”.
Consideró que todo este proceso se evaluarán además las áreas actualmente regadas y los proyectos de nuevos emprendimientos que existan en las distintas jurisdicciones, pero “deberán tener un nivel de desarrollo que permita su evaluación técnica y económica”.
Sumó que el mecanismo previsto en el estatuto de la AIC plantea que las variantes de distribución de caudales que surjan del trabajo de la comisión técnica serán sometidas para su aprobación a las partes signatarias dando lugar a tratados adicionales.
“En síntesis, lo que se ha acordado en el ámbito de la AIC es iniciar el tratamiento del tema que será abordado técnicamente para alcanzar una distribución lo más ecuánime posible que contemple la disponibilidad de caudales, la prioridad de sus usos, las áreas que actualmente ya son regadas, la calidad de sus suelos, la factibilidad técnico-económica de los nuevos proyectos y la influencia del cambio climático”.
Foto Río Negro
