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El Poder Ejecutivo rionegrino presentó en la Legislatura el proyecto de ley que propicia otorgar la concesión de uso del agua pública con fines de generación hidroeléctrica en el canal principal de riego de Alto Valle.
Según fuentes oficiales, será una central hidroeléctrica de pasada, con muy bajo impacto ambiental, donde la mayor parte de sus efectos negativos se manifestarán en la etapa constructiva (movimiento de suelos y ruidos de equipos”, pero “todos cesarán en la etapa de funcionamiento”.
La sociedad “Salto Guerrico – Gómez SAS” inició en el Departamento Provincial de Aguas (DPA) el trámite de solicitud de uso de agua pública para generación hidroeléctrica de uso público, utilizando el agua que transporta el canal principal de riego del Alto Valle.
El emplazamiento de la central es coincidente con el salto que se ubica en la progresiva 58,58 del canal principal en cercanías de las localidades de Guerrico y J.J. Gómez, consigna la documentación oficial difundida el jueves.
“En esa progresiva el caudal medio mensual disponible para los meses de setiembre a marzo es de 40 m3/seg, en los meses de agosto y abril, o sea al inicio y finalización de la temporada de riego, el caudal disponible es variable de 0 a 40 m3/seg, y por lo tanto en estos meses no se puede garantizar un caudal medio mensual de 40 m3/seg”.
Durante mayo, junio y julio se produce la veda de riego y no circula agua por el canal principal, por lo tanto, por lo cual en esos meses la central no podrá generar.
El proyecto analizado plantea la utilización de turbinas y generadores de última producción con un diseño modular y compacto, que requiere muy poca infraestructura.
“Es importante resaltar que el canal principal de riego del alto valle nace en el Dique Ballester, desde donde se deriva agua desde el río Neuquén en Barda del Medio y durante su recorrido hasta Villa Regina, abastece a los distintos consorcios de riego que administran la distribución parcelaria”.
Actualmente, en este canal principal se ubican tres centrales hidroeléctricas de generación menor, la centrales Céspedes (Cinco Saltos), Cipolletti y General Roca, que fueron construidas por AyEE.
En relación a la de Guerrico–Gómez, estas centrales cuentan con un salto mayor y con mayor disponibilidad de caudal y también con instalaciones civiles mucho más importantes, pero todas trabajan como centrales de pasada, sin capacidad de embalse. O sea que el caudal que reciben lo deben turbinar y dejar pasar, pues no deben alterar el régimen del canal dado que en este sistema, el uso proritario lo detenta el riego.
“Para tener en cuenta, entre otros, este uso prioritario, el DPA, con posterioridad a la aprobación de la ley, fijara y auditara las normas de manejo de agua, la disponibilidad de caudales en el tiempo, las restricciones al uso del recurso y las restantes condiciones y toda obligación resultante de la legislación vigente, las que deberán ser cumplidas por el concesionario”.
Salto Guerrico – Gómez SAS también estudió el impacto ambiental de la obra y de su construcción, el que fue analizado y aprobado por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable (SAyDS).
“Es una central de pasada, con muy bajo impacto ambiental, donde la mayor parte de sus efectos negativos se manifestarán en su etapa constructiva (movimiento de suelos, ruidos, movimientos de equipos, etc.) pero todos ellos cesarán en la etapa de funcionamiento”.
“Teniendo en cuenta que estamos ante una central hidroeléctrica de pasada con impacto ambiental muy bajo, y de generación menor, en función de lo dispuesto por el articulo 43° y concordantes del Código de Aguas, y las resoluciones de fijación de regalías, se propone fijar la regalía hidroeléctrica para este emprendimiento en un ocho por ciento (8 %) del importe total por la venta de la energía en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM)”.
