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El director del hospital Artémides Zatti, de Viedma, José Luis Rovasio, señaló que cuando nació la nena, que fue brutalmente golpeada por su propio padre, detenido anoche por la Policía, “ya se notaba un desapego hacia la criatura por parte de los progenitores”. Además, indicó que “este no es el único caso, a la guardia llegan muchos casos de niños golpeados”.
En declaraciones a Radio Noticias, Rovasio dijo que “ya a los dos meses, en un control realizado en el centro de salud, se notó que la pequeña tenía golpes y se dictó una orden de restricción contra el padre”.
Agregó que el pasado martes la beba volvió a la guardia con una hemorragia intracraneal, por lo que interrogaron a la madre, quien acusó al papá de la chiquita, por lo que, además de las lesiones, habría violado la orden de restricción impuesta.
El director del hospital local precisó que la beba por el momento no necesita cirugía, pero se decidió mantenerla bajo observación con los especialistas, al tiempo que se puso en conocimiento a la Justicia “porque esta chica no puede estar más en ese ambiente”.
Consultado sobre la actuación del hospital frente a estos casos de violencia, remarcó que “cuando los médicos tienen la fuerte sospecha de que son lesiones infringidas, no son accidentes, sino lesiones producidas por golpes, hacemos la presentación correspondiente y la denuncia, después lo que actúe la Justicia eso ya no nos corresponde”.
En la misma línea, Rovasio dijo que “este no es el único caso, acá llegan muchos casos de niños golpeados a la guardia. Generalmente son traídos por las mismas personas que lo han golpeado y lo niegan absolutamente, te dicen que son accidentes, que se cayó, cualquier excusa. Es el ojo entrenado del profesional que lo atiende que dice que esto no le parece que haya sido un accidente. En esos casos le damos intervención a todos los organismos que correspondan”.
