En un hecho muy poco conocido y por Ley del Congreso de la Nación del 12 de junio de 1900, en base a un proyecto presentado por el expresidente Carlos Pellegrini, Patagones fue designada capital del Territorio Nacional de Río Negro.
La decisión del Parlamento vino a complicar las delicadas negociaciones que venía realizando en aquellos momentos el gobernador Eugenio tello, que había incidido ante el presidente Julio A. Roca para lograr el dictado por el Poder Ejecutivo del decreto del 9 de mayo de ese año, de restituir a Viedma su jerarquía de capital, que había ejercido Choele Choel en forma provisoria por nueve meses ante la inundación de julio de 1899.
¿Qué fue lo sucedió en los altos niveles del poder nacional?
Allí jugaron una serie de factores conjugados en las tensiones políticas internas de dirigentes de la provincia de Buenos Aires con otros dirigentes nacionales después de la federalización de la ciudad de Buenos Aires y la creación de La Plata como nuevo centro político administrativo del primer estado argentino, que ocurrieron durante las gestiones de los gobernadores Bernardo de Irigoyen y Marcelino Ugarte. Hubo intentos de morigerar la influencia de una provincia de semejantes dimensiones y desde la Casa Rosada surgieron varios proyectos para “achicar” la influencia y gravitación de Buenos Aires.
En aquellos momentos ya se apreciaba el crecimiento de Bahía Blanca como puerto y eje de un importante hinterland que configuraba una amplia zona agrícola-ganadera y de incipientes industrias, como la instalación de frigoríficos, bancos, ferrocarriles y cuantiosos capitales, entre ellos ingleses, que hizo decir a Domingo Pronsato, en una de sus conocidas obras, que “estaba surgiendo un polo con los perfiles de una Liverpool del Sur argentino.
Es conocido que uno de los varios proyectos que se bosquejaron para constituir una nueva provincia en el sur bonaerense, como un contrapeso geopolítico en ese mismo amplio espacio a lo que representaba La Plata, con capital en Bahía Blanca, pretendía incorporar todo esa área al Territorio Nacional de La Pampa, configurando un nuevo estado interior que sería denominado De la Pampa Central.
Otra de esas iniciativas fue impulsada por otros sectores, entre quienes se encontraba Enrique Julio, el maestro catamarqueño fundador del diario “La Nueva Provincia”, ya con más de un siglo de existencia, que también contempló el nacimiento de otra provincia sureña, coincidentemente con capital en Bahía Blanca, anexando parte de los territorios de Río Negro, Neuquén y La Pampa.
En ese marco surgió la iniciativa de Carlos Pellegrini después de proponer un intercambio de territorios entre Buenos Aires y la Nación para incorporar Bahía Blanca y Patagones al estado del Territorio Nacional de Río Negro. Esta cuestión provoca alarma en la dirigencia de Viedma entre ellos Nazario Contín, el Ingeniero Eliseo Schieroni y el gobernador Eugenio Tello, quienes estaban visualizando una amenaza a la vigencia del decreto del 9 de mayo de 1900, porque todavía no se había concretado la reinstalación del gobierno del territorio en Viedma, que ocurrió recién en el mes de septiembre de ese año.
La noticia se propagó rápidamente y se supo que la ley propiciada por Pellegrini designaba a Patagones como capital del Territorio de Río Negro.
Si bien hubo gestiones para modificar la norma, se les hizo saber a los reclamantes , que la única manera de modificar parcialmente la situación era declarar en la ley a Viedma y Patagones como “un solo pueblo”. Esta propuesta no fue aceptada por los viedmenses quienes en comunicación a Rómulo Sarmiento anticiparon que “Viedma nunca aceptará ser un arrabal de Patagones”.
Finalmente, los buenos oficios y la tenacidad del gobernador Eugenio Tello obviaron cuestionar la Ley Pellegrini, sino que lograron modificar el articulado donde se estableció que la capital debía ser Viedma, de acuerdo a lo consignado del 9 de mayo.
Cabe consignar que El proyecto Pellegrini contaba con la férrea oposición de los Luro y otras familias latifundistas, que en las zonas involucradas ocupaban campos de miles de hectáreas de extensión, en “tierras de indios”, donde no pagaban impuestos y aspiraban a incorporarlas a sus dominios particulares, siendo fiscales. Por tales razones fueron refractarios a tener que hacer valer sus intereses en el lejano Territorio Nacional de Río Negro y optaron por activar la defensa de sus intereses en La Plata donde por sobre las diferencias políticas tenían una estrecha vinculación social. con los gobernante.-
El profesor Jorge Bustos, director del Museo de Patagones, ratificó a excepción de esos casos las aspiraciones de la ciudad cabecera y el vecino partido siempre tuvieron su intención de incorporarse a Río Negro, y en distintos momentos hubo peticiones formales que no fueron tenidas en cuenta.
También recordó que a los pocos años de la provincialización de Río Negro, el crecimiento de la margen sur y su región adyacente, hizo que Patagones esgrimiera su intención de cambiar de jurisdicción –por lo menos como elemento de presión-y se lo hizo saber en la década de los años setenta el intendente Néstor Virgilio Ezcurra a las autoridades bonaerenses. requirió alguna compensación por la falta de apoyo de La Plata a la vecina ciudad y su partido, que consistió en una importante seria de obras que se fueron construyendo con cierta premura.
Lo demás es historia reciente como el frustrado traslado de la capital federal al eje Viedma-Patagones-Guardia Mitre, y el proyecto de ley que quedó como una expresión de deseos que presentara oportunamente el ex diputado nacional Víctor Sodero Nievas, de disponer la incorporación de la ciudad y el Partido de Patagones a la provincia de Río Negro.
Por Omar Nelson Livigni – Agencia de Noticias Patagónica- FM Nativa Viedma