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Varios escritores se han referido a la importancia de estudiar la gramática para perfeccionar el arte de “escribir bien”. Pero muchas veces, al utilizar los signos de puntuación, especialmente las comas, se producen frases graciosas con varias interpretaciones según el lugar en que estén ubicadas.
Sucede lo mismo con la forma en que se colocan las palabras dando un sentido muy singular que provoca cuánto menos una sonrisa.
En estos días se ha difundido una muy llamativa que decía: “Vendo una cuna para niños de madera”. Por supuesto que a Gepetto y Pinocho le vendría de maravillas.
Debo a la memoria de mi amigo, el escritor y periodista Eduardo Reyes, esta otra referida a un aviso radial: “Oferta especial de zapatos para niños de badana”.
Y si de ofertas hablamos va este otro botón de muestra: “Se venden alitas de cerdo y cuartos traseros de pollo”.
Esta otra con connotaciones raciales asevera: “Busco mochila para adolescente negra”, seguramente quería decir “Busco mochila negra para adolescente”.
Sobre la importancia de ubicar bien las comas van los siguientes ejemplos: “Vamos a comer niños” por “Vamos a comer, niños”. Pobres infantes.
Y ese mismo tono esta otra porque “bebés y mamás gratis” no es lo mismo “bebes y mamas gratis”. Cosa de acentos.
Volviendo a las comas: “Eso solo, él lo resuelve”. Sin embargo a veces pensamos: “Eso, sólo él lo resuelve”.
Y si somos comerciantes ¡cuidado! Que no es lo mismo “Vamos a perder, poco se resolvió” que “Vamos a perder poco, se resolvió”.
Pero seguramente “No queremos saber” mientras otros piensan “No, queremos saber”.
Julio Cortázar es gran lúdico de la literatura supo escribir sobre “la coma esa puerta giratoria del pensamiento”. Por ejemplo: “Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría en cuatro patas en su búsqueda”. Si usted lectora es mujer, con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra mujer. Pero si usted lector es varón, con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra tiene”.
Ya más conocida es la siguiente anécdota sobre la importancia de la coma atribuida a Domingo F. Sarmiento ante un Inspector“ -Dijo Sarmiento: -Le daré un ejemplo. Tomó una tiza y escribió en el pizarrón: El maestro dice, el Inspector es un ignorante. Yo nunca diría eso de usted, señor Sarmiento. Pues yo sí, dijo tomando una tiza, y cambiando de lugar las comas la frase quedó así: “El maestro, dice el Inspector, es un burro”.
Y si de dislates gramaticales hablamos hubo cierto poeta (Roy Brown) que dejó esta ingeniosa cuarteta: “Asómate a esa vergüenza / cara de poca ventana, / y dame un jarro de sed / que me estoy muriendo de agua”, seguido de una hermosa serenata.
Y para cerrar esta breve nota el siguiente poema titulado OSNOLFA o sea Alfonso al revés. Su autor el chileno Luis Enrique Alfonso Mery, citado por Pablo Neruda que lo solían recitar entre amigos:
OSNOLFA
Fue una tarde triste y pálida
De su trabajo a la sálida
Pues esa mujer neurótica
Trabajaba en una bótica.
Cuando la vi por vez primera
Una pasión efímera
Me dejó alelado, estúpido.
Con sus flechas el dios Cúpido
Que con su pintería sabia
Mi corazón herido había.
Me acerqué y le dije histérico:
-Señorita, soy Fedérico.
¿Y usted? Respondió la chica:
-yo me llamo Veroníca.
Y en el parque a oscuras solos
Nos besamos cual tortolos.
Pasó veloz el tiempo árido
Y a los meses el márido
Era yo, de aquella a quién
Creía pura y virgén.
Llevaba un mes de casado
Lo recuerdo fue un sábado.
La pillé besando a un chico
Feo, flaco y raquítico.
De un combo lo mate casi
Y a ella, entonces, le hablé asi.
Yo que te creía buena y cándida
Y has resultado una bándida.
Y el honor solo me indica,
Mujer perjura y ciníca,
Después de tu devaneo,
Que te perfore el crano.
¡Y maté a aquella mujer
De un tiro de revolver!”
Texto: Jorge Castañeda
Escritor – Valcheta
