Más testimonios por misteriosos hechos en La Lobería, a 60 kilómetros de Viedma

Numerosos testimonios de pobladores y visitantes de La Lobería, situada a 60 kilómetros de Viedma, quedaron consignados en la página de Facebook Balneario La Lobería Río Negro.

Con esta serie de expresiones, masrionegro completa dos sucesivas notas.

Balneario La Lobería.

Una historia que recuerdo que nos contaba el queridísimo Pato Díaz: hace añares él tenía un galpón en el fondo de su casa de La Lobería, dentro del cual ponía herramientas y cosas que sobraban de la casa. Lo extraño de ese galpón era que lo tenía cerrado con cadena y candado y la puerta estaba llena de agujeros de balines. Visto esto le preguntamos y él empezó a contarnos cuando una noche de tormenta hacía tiempo ya, la puerta del galpón que había quedado abierta se empezó a golpear. Al sentir eso, él fue hacia la ventana de su casa a mirar y parada en el umbral de la puerta una mujer de blanco lo llamaba y le decía: vos tenés que venir conmigo, haciéndole señas con la mano, mientras iba saliendo y acercándose cada vez más a él. Desesperado, agarró un (rifle de) aire comprimido y empezó a dispararle. Y desde esa noche el galpón siempre estuvo cerrado con cadena y candado y no se volvió a abrir.

Emilse Díaz Cao

La segunda que voy a contar fue un quiebre de tiempo. Fue el verano de 2009, me fui a pasar tres días a la casita de La Lobería, sin niñes, horarios o responsabilidades. El viernes tenía que estar de vuelta en mi casa en El Cóndor, antes de las 20 horas para relevar a un familiar que se había quedado al cuidado del menor y entraba a trabajar tipo 7 de la tarde. Ese viernes, con Juan, nos despertamos tarde, tipo 10 de la mañana. Nos levantamos, tomamos mate en el patio, organizamos las cosas para la vuelta, hicimos el almuerzo, comimos, ordenamos un poco la casa y nos fuimos a la playa tipo dos de la tarde. Cuando llegamos abajo, nos dimos cuenta que ninguno había llevado el celular para controlar la hora. Por lo que, cada cierto tiempo, parábamos a alguien que pasaba o nos acercábamos hasta algún conocido para ir controlando el horario y que no se nos hiciera tarde. Disfrutamos las horas de playa y tipo cinco y media de la tarde decidimos subir a buscar las cosas para irnos a hacer dedo. Llegamos a la ruta casi 18,15 hs. La tarde estaba preciosa por lo que estuvimos más de una hora en la ruta esperando que alguien nos lleve. Hasta que apareció un camión un poco viejo, cuando lo vi asomar en la ruta, me sentí feliz, sabía que nos iban a llevar. Eran dos familias en un camión, que habían ido a disfrutar un día de playa, el viaje estuvo hermoso, fuimos en la caja del camión acostados en unos colchones, rodeados de les niñes y las mujeres de la familia, creo que por lo menos éramos nueve personas en la caja de ese camión, fue experiencia alegre y divertida. Llegamos al Cóndor, nos dejaron en la rotonda de la entrada. Recuerdo haber ido casi corriendo hasta la casa y haber entrado pidiendo disculpas por la demora.  Que demora Coqui? Son las tres de la tarde! Me respondieron. Y si, efectivamente cuando llegue a mi casa en El Cóndor, eran las tres de la tarde!! Podés creer o no, pero a mi me pasó, yo lo vivi!! La Lobería me regaló un día precioso, con una mañana de dormir hasta tarde, una tarde de playa y un paseo en camión lleno de familia y mirando el cielo!! Quiebre de tiempo, así lo llame yo y fue lo más flashero que me pasó en la vida!

La Loberia es un lugar mágico, tiene quiebres de tiempo y de espacio. Desde pequeña acompañada por mi papá vi Ovnis y cosas inexplicables. Entre tantas otras les voy a contar tres. La noche que conocimos a Griselda: Una noche llegamos a la Lobería, con idea de pasar el fin de semana en casa (casa del Pato Díaz, con el Obrador al fondo lleno de agujeros de balas), en el auto íbamos dos niños y dos adultos, entramos a la villa y tomamos la segunda calle en subida a mano derecha, cuando llegamos arriba, justo en la esquina de la casa de Griselda, el motor del auto se apagó de la nada, las luces del auto seguían encendidas apuntando la casa abandona. Todos en el auto vimos a Griselda, vestida de blanco parada en la entrada de su casa mirándonos, gritamos los cuatro del cagazo que nos pegamos.

Sandra Epinal

Les voy a contar que en febrero de 2019 estábamos de vacaciones por esa zona con mí marido y fuimos por un pedido explícito mío ya que habíamos estado en 2013; resulta que el día que llegamos después de bajar en otras playas llegamos dónde está la escalinata y el carro que te lleva y sube. no había nadie era mediodía, el muchacho nos dice que no hay nadie y bajamos caminando,que cuando quieramos subir le avisemos, nadie???? Le digo, no y me dice bueno bajamos tengo videos,….y en un momento dado empezó de a poco a subir la marea y veo a lo lejos entre la bruma una mujer y un niño con ella y le digo a marido: mirá vamos ??? Y dejamos nuestras cosas y empezamos a caminar y caminamos muchísimo y siempre la veníamos igual de lejos y la imagen era confusa …hasta que en un momento mí pareja dijo volvamos mira la marea a dónde nos llega!!!.. y volvimos y medio perdimos la noción del tiempo ,de a poco subimos y el muchacho dijo.,.. estaba ya preocupado y yo le dije hay alguien allá abajo y el hizo un gesto con la mano y dijo se te habrá parecido …..no hay nadie , no hay otra bajada acá así que no se que fue RARO NO NOS QUEDAMOS HELADOS ,NOSOTROS NO SOMOS MUY CREYENTE DE ESSSAS COSAS IGUAL….

Edgardo Intrieri (ex guardafauna de La Lobería)

De día hay naves que desde el acantilado muchas veces se ven…de día.. vienen en dirección a un punto en el acantilado…son transparentes en forma de burbuja y desaparecen …nunca me quedó muy claro si en el agua o entran en un portal en el acantilado… Y después de vivir 10 años …observar y estar atento a ciertos momentos muy especiales solo una vez …solo una pude tener contacto con un ser.

Duarte Moni Sole

A mi me invitó Samy un fin de veraneo a su casa de La Lobería, pasamos una tarde de playa y volvimos al atardecer arriba, había unas huellas enormes cerca de la tranquera y otras más cerca de la casa. A la noche nos invitó la prima a cenar y después, hablando sobre unos espíritus que suelen rondar las zonas aledañas, nos tocaron la puerta y desesperadamente lo escuchamos todos y cuando abrimos no era nadie.

Romi Micaela

Yo recuerdo que fuimos con unos amigos a la playa, de noche estábamos parando en una de las casitas… puedo asegurar que escuchamos los gritos de una mujer… no vimos nada solo escuchamos gritos..

Silvina Arévalo

Hace muchos años desde la casa de mi suegro vimos una luz muy fuerte que venía y se detuvo sobre el mar y luego de un rato se hundió en el mar!! Que hay energías, hay!! Siempre pensé que hay un centro de energía muy importante en la Lobería!! Por eso me encanta!!! Es mi lugar en este mundo!!

José Grande

Yo vi hace años!! Año 2003 más o menos en invierno fuimos a trabajar en construcción con mi tío!!! Nos levantábamos todos los días 5 o 5:30 de la mañana!! En La Lobería no había absolutamente nadie!! Más que una familia de un negocio!!! Una mañana me despierto, abro la cortina de la casa mientras preparaba el mate!!! Pude ver entre las casa el mar!! Y detrás de una ola!!! Apareció un disco!! Porque no era un barco!! Ni nada parecido!! Digo disco por que inmediatamente lo asocie con un OVNI!! Tenía luces amarillas rojas y verdes!!! Como semáforo!! Lo vi flotando en agua!! Una ola lo cubrió y desapareció en un pestañear de ojos!!! Y me quedé helado!! Nunca vi algo así!! Más que nada solo!! El tema es que lo vi entre medio de las casas!!! Y siempre pensé que nos estaba vigilando!!! Fue raro!!! Muy raro!!! De algo estoy muy seguro!!! Eso no terrestre!!! Jamás me olvidé de eso

Emilse Díaz Cao

Verano, estábamos durmiendo y tipo tres y media de la mañana, me despierto sin ningún ruido, ni sobresalto, me senté en el borde de la cama con una sensación extraña, me paré caminé hasta la puerta, todo acompañada del total silencio de las noches, sin viento de Lobería. Salgo al patio y justo arriba mío, había una luz azul gigante, parecía como una luna. Sentí calma, la mire fijamente por unos cuantos segundos, hasta que escuches la voz de mi hijo (10 años) preguntándome que era esa luz? Se había levantado y salido al patio de la con la misma calma que yo y estaba parado a mi izquierda mirando fijamente hacia arriba. Le respondí que no sabía, que era una visita, que no era algo malo, que estábamos bien. Toda la experiencia fue muy calmada y natural, en ningún momento sentimos miedo o ansiedad. No sé como o por qué, pero lo próximo que recuerdo de esa noche fue estábamos parados en el ultimo descanso de la bajada a la playa, mirando la luz fundirse en el mar. Como llegamos hasta ahí, no lo sé, le pregunté a mi hijo y tampoco lo recuerda pero si recuerda ver la luz fundirse en el agua y también el camino de vuelta a casa hablando de la luz y de la sensaciones vividas momentos antes.
Bueno, tengo varias más, como la vez que me topé de frente con un guardián en plena noche pero esa la puedo contar, solo en la Lobe y con fogata de por medio.
En conclusión y debido a todas las experiencias diferentes que viví desde muy temprana edad, en dicho lugar, puedo asegurar que La Loberia es un lugar increíble y super especial energéticamente. Para mi debe haber algún especie de portal, agujero negro o que se yo, que nos abre las puertas o nos conecta con otras dimensiones, realidades o galaxias y eso la hace un lugar único y maravilloso!

Balneario La Lobería

Otra historia que nos contó hace tiempo el antiguo peón que cuidaba el campo de Loberia, allá por los años 1970. Él decía que ciertas noches desde la cuchilla venía a toda velocidad una carreta fantasma tirada por caballos, que hacía volver locos a los animales y que pasaba por medio del campo. Una noche de luna en que éste hombre galopaba por el campo juntando unas ovejas que se habían escapado, comenzó a escuchar que a toda velocidad se acercaba esta carreta sin cochero alguno, lo que generó que su caballo se levantara en dos patas y lo arrojara al piso. Claramente no le creímos demasiado, hasta que nos llevó a ver las huellas que supuestamente dejaba está carreta a su paso. No sabríamos decir si era cierto o de donde salieron las huellas, pero ahí estaban.

Foto: La Lobería (Viedma) Fede Federico

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