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Con un encuentro a cargo de vecinos de El Cóndor, situado cerca de Viedma, del 21 al 23 de este mes se hará un homenaje a los loros barranqueros que habitan en inmediaciones de la costa marítima y la necesidad de proteger la colonia de esos animales.
Especialistas explican que los loros se han convertido durante las últimas décadas en el grupo de aves con el mayor número de especies en peligro de extinción. El 26 por ciento de las casi 350 especies de loros del mundo se encuentra seriamente amenazada, mientras que otro 11 por ciento es considerado altamente vulnerable.
Las principales amenazas de muchas especies de loros son la degradación del hábitat, la captura de individuos para su venta como mascotas, la introducción de especies exóticas, la caza por ser considerados injustificadamente plaga de los cultivos (esto último sin datos objetivos ni sistemáticos que lo corroboren) y la caza ilegal.
Los loros son probablemente el grupo más colorido de aves. Esta característica ha contribuido sin lugar a dudas a su popularidad como mascotas y, como consecuencia, generado una gran avidez de captura, poniendo en serio riesgo de extinción a muchas especies.
Esta situación ha motivado en las últimas décadas el aumento en los esfuerzos que se realizan para monitorear el estado de las poblaciones naturales, identificar las fuentes de amenaza y evaluar las medidas de conservación necesarias para cada especie en particular.
El loro barranquero (cyanoliseus patagonus) es una de las pocas especies de loros que nidifican colonialmente. Habitan en Argentina desde los Andes en el Noroeste (24º S) hasta las estepas patagónicas en el Sur (46º S), ocupan las colonias de nidificación algunos meses antes de la postura de los huevos, dejando el sitio gradualmente a medida que los pichones abandonan los nidos y están listos para la migración. Los adultos excavan sus propios nidos en las paredes de acantilados de arenisca y barrancos de tierra.
Si bien las parejas usan nidos excavados en años previos, estos son agrandados en cada temporada, tienen un sistema reproductivo social y genéticamente monógamo, con intenso cuidado biparental de la nidada. Cada nido es ocupado por una sola pareja donde las hembras tienen una única postura por temporada reproductiva.
Desde 1998 un grupo de investigadores argentino-alemán estudia minuciosamente la biología del loro barranquero en la colonia situada en los acantilados que se extienden en las cercanías del faro Río Negro y de la villa marítima El Cóndor, cercano a la ciudad capital de Viedma.
“Esta es la mayor colonia de cyanoliseus patagonus del país. Se extiende por poco más de 12 kilómetros de acantilados que dan al Océano Atlántico. En esos acantilados los loros barranqueros utilizan los estratos correspondientes a las areniscas de la denominada “Formación Río Negro”.
En esta colonia se han podido contar un promedio de 35.000 nidos activos. Esto la transforma en la colonia de cría de loros (psittaciformes) más importantes del mundo, según lo avalan importantes publicaciones científicas en revistas internacionales de ciencia e investigación. Ha sido reconocida a nivel mundial con el nombramiento y categorización de “Área Importante para la Conservación de las Aves (AICAs)” con carácter prioritario para la región patagónica, con ocasión del IV Taller Regional de AICAs (Puerto Madryn, diciembre 2003).
“De este modo se podría aprovechar el potencial recurso turístico que implica la presencia de la mayor colonia de loros del mundo en nuestras costas, a los fines de concientizar sobre su conservación. Es evidente que la colonia de El Cóndor solo va a poder ser protegida con las ideas y el esfuerzo conjunto de las entidades no gubernamentales y gubernamentales locales, junto con los vecinos de la Comarca Viedma-Carmen de Patagones y los vecinos de El Cóndor, dijo el legislador viedmense Rodolfo Cufré.
Foto: Prensa Casa de Gobierno de Río Negro
