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Una pareja homoparental compuesta por dos padres con sordera solicitó resguardar a un niño y conformar familia. Una jueza de Familia dio a conocer su fallo el 26 de noviembre, por el cual dictó sentencia respecto de la medida judicial y otorgó la adopción del niño a la pareja.
El Ministerio Público de la Defensa consideró que un nuevo caso de adopción sustanciado en Río Negro tuvo, como en todos los casos de este tipo, la presencia activa de la defensora pública, teniendo presente las necesidades del niño, como también los futuros derechos y obligaciones de su nueva familia. Es así que intervinieron tanto la defensora de menores como la defensora de derechos de familia del Ministerio Público.
La historia de este niño comienza con la intervención del Organismo Proteccional ya que se encontraba en situación de vulnerabilidad en relación a la falta de cuidados por parte de sus progenitores. Por ello es que en principio quedó al cuidado del organismo y se decidió que habite en uno de los centros de Roca. Y a la par se hizo un seguimiento con su familia de origen que desencadenó en la declaración de adoptabilidad.
“Entonces empezamos a buscar familias, primero en el registro local de personas anotadas para ahijar, poniendo el acento en que este niño debía continuar sus tratamientos, que había que prestarle especial atención a lo afectivo junto a lo físico, para que su infancia y su adultez sean con calidad de vida”, explicó la defensora de menores interviniente, Elisabeth Quesada.
En un trabajo en conjunto del ETI, el Juzgado de Familia y la Defensa de Menores se buscó en los registros de las localidades vecinas, porque lo que se necesitaba era alguien que pudiera continuar con los tratamientos.
Por ello es que fue necesario así se irradió la búsqueda a los registros nacionales y apareció una nueva familia para él.
“Fue una pareja homoparental compuesta por dos padres con sordera que demostró en los múltiples encuentros tener amor y predisposición y en el transcurso de estos meses se han visto absolutos y grandes avances en relación a los padecimientos que sufría el niño”.
“Lo que priorizamos en este caso, fue lo mismo que en todos, es decir, desde la defensoría de menores buscamos una familia para un niño que no tiene un papá, una mamá, buscamos desde el lado del niño, la mirada de la búsqueda es desde el niño, es encontrarle una familia a un niño, y no un hijo para quienes no pueden o no quieren tener un hijo biológico”, finalizó la representante del Ministerio Público de la Defensa.
Por su parte, los futuros nuevos papás necesitaban el patrocinio de la defensa pública para iniciar la demanda del trámite de adopción.
“Fueron ellos quienes solicitaron ahijar al niño y nosotros acompañamos el proceso, les consultábamos cuáles eran sus expectativas, presentábamos los requerimientos, y en el avance les explicábamos el estado del trámite”, señaló la defensora del fuero de Familia, Ana Streidenberger.
“Cuando llegaron a esta defensoría los vínculos estaban muy desarrollados y fortalecidos, ya que se estaba concretando la guarda con fines adoptivos. Entonces tuvimos varios intercambios, no sólo con la intérprete de lenguaje de señas que fue un gran apoyo en la comunicación cara a cara, sino también por correo electrónico y por WhatsApp. Ambos papás revisaban y me indicaban qué querían enfatizar o cambiar en la demanda que finalmente llegó a buen puerto”, detalló la defensora pública de Familia.
Es así que la jueza de Familia Moira Revsin dio a conocer su fallo el pasado 26 de noviembre donde dictó sentencia respecto de esta medida judicial y otorgó la adopción del niño a la pareja.
FUENTE TEXTO: MINISTERIO PÚBLICO DE LA DEFENSA
Foto: La Comuna
