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Un joven, aparentemente bajo resguardo de una entidad local dedicada a la rehabilitación de menores en conflicto con la ley penal, utilizó un automóvil cuyo propietario se lo dejó para que lo limpiara, pero decidió dar una vuelta y lo dejó abandonado, con las cuatro cubiertas casi totalmente destruidas.
El vehículo, Suran Volkswagen, fue dejado en el interior de la rotonda cercana al puente “nuevo” Basilio Villarino, en la nueva avenida Costanera Norte.
Poco después, llegó al lugar el propietario del vehículo, Héctor “Negro” Ayala, reconocido vecino de Viedma.
También arribaron policías del Gabinete de Criminalística y “bici policías”, que efectuaron pericias sobre el rodado, ante la vista de dos testigos.
Ayala comentó, a modo informal a un familiar que le había dejado el automóvil a un joven para que lo limpie y que el menor está a resguardo del cura Luis García. “El padre Luis no podía creer lo que había pasado con el pibe, que él lo conoce mucho”, dijo Ayala a una de dos mujeres que llegaron a la rotonda y que serían familiares de él.
A la vista, el daño provocado al vehículo –que aparentemente ingresó a la rotonda a mucha velocidad- habría afectado a las cuatro cubiertas, pero no se descartaría algunos daños en el interior.
No trascendió si el joven estaba acompañado por otros menores.
