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El ovejero alemán Alcón (bautizado sin H), que encontró el cuerpo de Araceli Fulles, surgió del criadero del instructor viedmense Horacio Osterman.
Alcón, de tres años y medio, especializado en el rastreo de cuerpos, detectó el rastro de Araceli, por precisas indicaciones de su nuevo instructor y especialista Marcos Darío Herrero, también de Viedma.
Osterman, el primer dueño de Alcón, habló en Radio Noticias y expresó que el trabajo inicial que realizó con el perro consistió en calmar su ansiedad, dado que tenía mucha energía contenida.
Osterman le vendió el perro a otro hombre, pero éste se lo devolvió cuando nació un nieto y después llegó a manos del instructor Marcos Herrero.
Aquél recordó que el perro era uno de los que más se había destacado en la camada, porque “tenía demasiada actitud, mucha necesidad de recibir un premio” y agregó que Alcón tuvo mucho trabajo respecto a la exigencia de concentración.
Sobre el entrenamiento para encontrar a personas desaparecidas, detalló que primero se les da una muestra de olor de la persona en cuestión, se siguen los últimos rastros y una vez que se encuentra el cuerpo se los premia con un juguete o comida.
Osterman aclaró que su tarea fue “que Alcón aprenda a concentrarse, a estar atento y receptivo y no desesperarse por el premio, mientras que Herrero hizo un trabajo más intensivo en lo que respecta a la búsqueda de personas”.
Por último, comentó que Alcón es un perro que “todavía tiene mucha energía y además es un caso atípico respecto a todos los otros hermanos de la camada. Se destacaba sobremanera y de una manera increíble, porque los otros eran todos mucho más tranquilos”.
FOTO EL CHORRILLERO
