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Claro que muy pocos saben porque y cuando llegó a la plaza de la villa de Pocito en la provincia de San Juan esta replica idéntica a la que se encuentra en la Isla de Manhattan, casi en la desembocadura del río Hudson en los Estados Unidos.
Un hecho para destacar es que esta estatua fue realizada también por la misma fundación francesa para la que trabajaba el escultor galo que la diseñó y construyó: Frederic Auguste Barthildi.
Es entonces cuando comienzan todos los interrogantes relacionados con la famosa escultura, tantos como versiones al respecto se conocen. Una de ellas, o si se quiere la más popular, es que llegó a nuestro país y precisamente a San Juan debido a un error.
Esta lo atribuye a una confusión, ya que estaba destinada a San Juan de Puerto Rico, en tanto otras versiones aseguran que si bien era para nuestro país su destino final no era su destino la provincia de San Juan.
Como suele suceder, ante un hecho de tanta trascendencia las versiones no hacen más que confundir y alimentar diversas y posibles razones, respecto a la presencia en nuestro territorio de una estatua que ya era admirada en el mundo entero.
Una de las versiones a la que se le daba mucho crédito era la que sostenía que Federico Cantoni, por entonces funcionario de la provincia había visitado Francia y solicitó a las autoridades de ese país una réplica de la estatua en nombre de la autoridades nacionales de nuestra patria.
Sin embargo, con el tiempo esa versión también fue descartada dándosele crédito entonces y tomada como real o verdadera, la compra que el gobierno de la provincia de San Juan habría efectuado en 1910.
Las razones que se esgrimieron en esa ocasión, de acuerdo a algunos registros de esa provincia, es que la estatua formó parte de la celebración del aniversario de la Revolución de Mayo y se sostiene además que por ello al pie del monumento se lee la fecha 1810-1910 y aparece el Escudo Argentino en el libro que está en una de las manos de la estatua.
De cualquier manera, y aunque esta es la versión que se toma como la auténtica razón, de la presencia de dicho monumento, uno de los más difundidos en el mundo entero en nuestro país la discusión sobre la presencia se mantiene aun.
Esto como consecuencia que hay quien sostiene que no fue el mencionado Cantoni quien solicitó que se construya una réplica de la estatua, sino el coronel Sarmiento, quien fue gobernador de San Juan desde 1908 a 1911.
Para afirmar esta postura, quienes así lo sostienen, afirman que en los archivos de la provincia existe la boleta de compra de la estatua y también de las dos ninfas que se encuentran en la fuente cercana al Monumento al General San Martin, como así también de unos maceteros que se han instalado en la Plaza 25 de Mayo.
Finalmente, quienes sustentan esta versión como la más acertada añaden que por gestiones del ingeniero Marcos Zalazar, la réplica de la estatua de la Libertad fue trasladada a Pocito el 9 de julio de 1931 y colocada en la plaza que actualmente se conoce con el nombre de “Plaza Libertad”.
Texto: Eduardo Reyes, escritor y periodista de Viedma
Las Grutas – Río Negro
