Según fuentes oficiales, “personas ajenas a la institución habrían arrojado gas pimienta en la entrada del edificio y cuando comenzó a haber movimiento en la delegación, tanto empleados/as como afiliados/as comenzaron a sentir ardor en la garganta y malestar, situación que imposibilitó continuar con la actividad diaria”.
“Mañana se normalizará la atención”, aseguraron las mismas fuentes gubernamentales