En Río Negro hay 1.900 hectáreas cultivadas con nueces, avellanas y almendras

 

El dato surge de un informe preliminar del denominado Relevamiento Nacional de Frutos Secos, que se llevó adelante en todo el país durante el año 2017.

La actividad en la provincia se desarrolla principalmente en el Valle Inferior, donde hay implantadas 974 hectáreas.

La cosecha también se extiende a otras zonas, como Valle Medio con 613 hectáreas en producción, Alto Valle con 311 y también se observa una menor presencia de cultivos en localidades de General Conesa y Río Colorado.

Según fuentes oficiales, en la actualidad la provincia de Río Negro se posiciona, junto con Mendoza, como una de las principales regiones productoras de nueces de nuevas variedades.

“Nuestra producción representa cerca del 11 por ciento de lo producido a nivel nacional y cuenta con productos de alta calidad para ingresar a los mercados más exigentes. Sin embargo, la mayor cantidad de nueces se venden dentro de la misma provincia, aunque existen casos de exportación”, explicó el ministro rionegrino de Agricultura, Ganadería y Pesca, Alberto Diomedi.

Anualmente, la producción de frutos secos provincial, que incluye la cosecha de nueces, avellanas, almendras y nuez pecán, alcanza las 2.500 toneladas.

“Un dato a destacar es que Río Negro es la principal productora de avellanas a nivel país. El Valle Inferior concentran el 95 por ciento del cultivo nacional de este fruto seco”, dijo el ministro.

En los últimos 15 años la superficie plantada se cuadruplicó en la zona debido a la buena rentabilidad del cultivo y el aumento de la demanda por parte de la industria, como chocolaterías, heladerías y panaderías, a lo que se suma el consumo en fresco en dietas saludables. En la Argentina prácticamente la totalidad de la producción de avellanas se descascara antes de su comercialización.

“Con respecto al cultivo de almendras, a pesar de que tuvo un interesante crecimiento en estos últimos años, actualmente tiene una menor presencia provincial. Se cultivan 164 hectáreas concentradas principalmente en el Alto Valle, lo que representa sólo el 6 por ciento de la superficie nacional destinada al producto”.

“Estos volúmenes de producción no representan a la totalidad de la superficie implantada, hay que entender que la provincia cuenta con plantaciones jóvenes que aún no alcanzan la plena producción. Por ese creemos que los frutos secos son un sector productivo que crecerá año a año”, agregó Diomedi.

Agregando valor a la producción primaria

El crecimiento sostenido de la actividad llevó al gobierno provincial a acompañar el pedido del Cluster de Frutos Secos de la Norpatagonia para instalar un centro de agregado de valor que permitiera aumentar la capacidad de procesado en la región.

Así, se desarrolla el Centro de Servicios para Agregado de Valor SEPAV ubicado en la zona de El Juncal, a unos 10 km de Viedma y 16 km de San Javier, que esta temporada comenzará a ofrecer a los productores de frutos secos de la región, el descascarado y pelado mecánico de sus productos.

El equipamiento se completa con un dosificador gravimétrico para fraccionar automáticamente desde 200 gramos a 5 kilos.

“El SEPAV dará importancia a la trazabilidad del fruto de cada productor. Y los servicios tendrán un costo que permitirá solventar la gestión del establecimiento, incluyendo la contratación de mano de obra y demás gastos”, explicó Diomedi.

El Centro fue posible gracias a la afectación del inmueble por parte del Instituto de Desarrollo del Valle Inferior (IDEVI), el financiamiento aportado por el Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (PROSAP) y la ex UCAR (Unidad de Cambio Rural), sumado al aporte del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Río Negro (MAGYP) y la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN). En total los fondos para la puesta en funcionamiento de este Centro superaron los 5 millones de pesos, que se ejecutaron a través del Cluster de Frutos Secos.

Actualmente, están en instalados la tamañadora de nueces, la línea de descascarado, los tanques de acero inoxidable para la elaboración de aceites y el dosificador gravimétrico, a la pesar de comenzar a ofrecer sus servicios a los productores.

 

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