Cuando un bufón fue obispo de Valcheta. El negro Eusebio de la Santa Federación (de Rosas)

 

Cuenta la historia (y Clío nunca miente) que épocas pretéritas un bufón de muy particulares características fue nada más ni nada menos que “el obispo reverendísimo de las Balchitas” teniendo en esta pintoresca localidad su sede episcopal.

El asunto es que el Brigadier Juan Manuel de Rosas, en su corte de Palermo de San Benito –o San Benito de Palermo- al mejor estilo de ciertas monarquías sabía tener para su diversión varios bufones, siendo los más conocidos Biguá, el loco Batista, el negrito Marcelino y el que ahora nos ocupa y el más famoso de todos: el negro Eusebio de la Santa Federación.

Sobre este pintoresco personaje hay numerosos testimonios. Según un retrato muy divulgado parecía mulato y era de esmirriado cuerpo y pequeño de estatura, casi un enano.

El historiador Vicente Cutolo en su Diccionario Biográfico Argentino expresa que “según decía este personaje era descendiente de los incas, pero se trataba de un verdadero mulato. Había sido peón capachero, y como tal, trabajó en la casa de la familia Ezcurra, a la cual cobró agradecimiento”.

Dice Adolfo Saldías que cuando se casó doña Encarnación, se declaró graciosamente de la familia, instalándose en la casa de don Juan Manuel, el Restaurador de las Leyes. Era decidor agudo y a las veces chispeante. El sólo se invistió del cargo de Gobernador, que ejerció in pectore.

Rosas lo consagró con los siguientes títulos: Gobernador de la provincia, Majestad de la Tierra, Conde de Martín García, Señor de las Islas Malvinas, General de las Californias, Conde la quinta de Palermo de San Benito y Gran Mariscal de la América de Buenos Aires.

El hecho curioso, para nosotros los valcheteros, según cuenta el historiador Vicente Fidel López que una noche se lo vistió con traje episcopal y delante de varios invitados se lo anunció como “Obispo Reverendísimo de las Balchitas”.

Por supuesto que el Restaurador sabía de la grafía del nombre de esta Comarca por los partes que se le enviaron a Médano Redondo donde se nombra el paraje del “río chiquito” o arroyo Balchitas.

Lo cierto que después de la caída de Rosas Eusebio de la Santa Federación enloqueció y caminaba perdido por las calles de Buenos Aires “y con su eterna manía de creerse devorado por las hormigas de todo el mundo”.

JORGE CASTAÑEDA

ESCRITOR VALCHETA

About Raúl Díaz

Check Also

Detuvieron a misterioso rionegrino sospechado de vínculos con terrorismo en Oriente Medio

  Oriundo de la provincia de Río Negro, Manuel Antu Carrera tiene un expediente a …